Panamá tiene muchas cosas que arreglar: cosas que causan sentimientos que, con el transcurrir del tiempo, van carcomiendo la paz de la sociedad. El caso de los policías que se jubilan con sus últimos salarios es uno de ellos. Y es que mientras la población general se lleva el 60 por ciento de sus diez mejores salarios, los comisionados se van con su último mejor salario. Y el problema no está en si tienen derecho o no, si se lo merecen o no; el problema es que está causando un ruido en la sociedad y este asunto hay que arreglarlo. No muchos saben que el pago de estos emolumentos no recae sobre la Caja de Seguro Social, sino en el Ministerio de Seguridad, pero a la gente le molesta. Tampoco se valora mucho el hecho de que un trabajo común no es lo mismo que arriesgar la vida por proteger a la gente como el caso de los policías. Sin embargo, es un tema que hay que abordar y arreglar como debe ser. Cuando abordamos el tema de las jubilaciones, lo que verdaderamente está afectando a la gente es que no tiene buena atención médica y no encuentra medicinas. Que cuando reciben la atención, entonces se ven obligados a comprar los medicamentos en farmacias privadas con precios altísimos. Todos estos asuntos hay que atenderlos, porque están causando un serio problema en la sociedad. Seguir echándole tierra es seguir acrecentando el problema. ¡Así de simple!
Editorial escrito por el periodista Gerardo Berroa Loo