El Movimiento Familiar Cristiano es una organización de laicos comprometidos, que tiene como objetivo la evangelización
Del 8 al 10 de noviembre próximo, se llevará a cabo en Asunción, Paraguay, el encuentro Latinoamericano (ELA) del Movimiento Familiar Cristiano (MFC) bajo el lema: “El MFC en Sinodalidad vive, defiende y experimenta el don de ser familia, llamada a la Santidad”.
Una delegación del MFC Panamá participará en este encuentro Latinoamericano, con la asistencia de los principales líderes, coordinadores nacionales, arquidiocesano y diocesanos, acompañados por su asesor eclesial nacional y arquidiocesano Padre Eusebio Muñoz.
Precisamente el padre Muñoz ofició una misa de envío para la delegación panameña, destacando la importancia de la misión de la familia a través del MFC que este año celebra 61 años de presencia en Panamá.
“Celebrando el mes de noviembre, reconocemos la importancia que tiene para el país el don de la familia, donde todos estamos llamados a brindar nuestro aporte como ciudadano y como cristiano, para fortalecer los valores y ese llamado del amor de Dios a la solidaridad, a la paz, a una sociedad comprometida con el bien común y hacer de esta patria chica una patria grande”, destacó el Padre Muñoz.
Candelaria Montes de Pérez y Rutilio Pérez, presidentes nacionales del MFC, agradecieron el acompañamiento del Arzobispo José Domingo Ulloa, del Padre Eusebio Muñoz y de la familia católica por la celebración de la misa de envío que tiene un alto significado y responsabilidad para la delegación MFCista panameña.
“El papa Francisco nos llama a crecer como una Iglesia Sinodal misionera; entendiendo que la Sinodalidad es Un camino de renovación espiritual y de reforma estructural para hacer la Iglesia más participativa y misionera, es decir, capaz de caminar con cada hombre y mujer irradiando la luz de Cristo”, destacó Candy Montes en un comunicado.
El Movimiento Familiar Cristiano es una organización de laicos comprometidos, de ámbito latinoamericano, que tiene como objetivo la evangelización y la promoción de la familia, desarrollando sus valores humanos y cristianos, a fin de capacitarla para cumplir su misión de formadora de personas, educadora en la fe, promotora del bien común y defensora de la vida.
