Los expertos no se equivocaron. La elección de una nueva administración presidencial en los Estados Unidos es todo lo que se esperaba: cerrada y peleada palmo a palmo.

El número mágico que deben lograr la candidata demócrata, Kamala Harris o el expresidente y abanderado republicano, Donald Trump es 270, que es la cantidad de votos electorales que alguno de los dos debe conseguir para ser proclamado como nuevo rector político de los Estados Unidos.

La votación incluye además la elección de escaños para el Senado estadounidenses, la Cámara de Representantes y Gobernadores. Hasta las 10:00 pm del martes, Trump sumaba 198 votos electorales, mientras que Harris alcanzaba 109, de acuerdo con las proyecciones dadas por medios televisivos estadounidenses.

En el resto de las votaciones, el republicano Trump estaba dominando, con 47 escaños ganados en el Senado, por 36 de los partidarios demócratas de Harris; en cuanto a la Cámara de Representantes, el partido Republicano había logrado 115 puestos, por 81 de los demócratas, mientras que habían sido electos 245 gobernadores republicanos, por 22 demócratas.

Hasta la última hora de la noche del martes 5 de noviembre, el republicano Donald Trump había triunfado en Alabama, Arkansas, Florida, Indiana, Kentucky, Luisiana, Misisipi, Misuri, Dakota del Norte, Oklahoma, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Tennessee, Texas, Virginia Occidental, Utah, Montana y Wyoming, esto, según información dada a conocer por las cadenas de televisión estadounidenses.

Mientrasb tanto, la aspirante demócrata Kamala Harris proyectaba victorias en Delaware, Illinois, Maryland, Massachusetts, Nueva York, Rhode Island, Vermont y Washington, la capital estadounidense. También tenía ventaja en Pensilvania, considerado un Estado clave en esta la decisión de esta elección.

Se espera que estos resultados continúen evolucionando durante el transcurso de este miércoles, hasta que alguno de los dos candidatos consiga los 270 votos electorales para poder proclamar su victoria.