Aires de cambio

Si algo positivo ha constatado el recién superado proceso electoral, es que un aire de renovación parece soplar en la política del patio. Un tan añorado aire de cambio potencialmente ubicado en las antípodas de la anquilosada e infestada política tradicional. Así lo demuestra, por ejemplo, el hecho que la nueva bancada independiente sea la más numerosa en la Asamblea que se instaura el próximo mes de julio. También que dos de las alcaldías más importantes del país hayan pasado a manos de jóvenes representantes del relevo generacional que se materializa luego de las multitudinarias protestas con que cerró el pasado año.

Este relevo generacional y sus aires de cambio alcanzan el corazón mismo de la vida política en el que los partidos tradicionales han dejado de ser una opción apetecible para los nuevos votantes que, a tono con un mundo cambiante, esperan más que promesas y demagogia pura y dura. Esta nueva generación de ciudadanos exige respuestas efectivas a los problemas básicos que aún persisten en la vida nacional. Y reclama, además, que los funcionarios-electos o nombrados- tomen consciencia de lo que son: servidores de todos y cada uno de los ciudadanos de esta nación, cuyos impuestos pagan sus salarios.

Las expectativas puestas en quienes representan el tan reclamado cambio son muchas: en sus manos está que el panameño recupere la fe en la política y en la nueva generación de sus exponentes.  Y también, depende la recuperación de la fe en la institucionalidad democrática. Del apego a los valores que encarnaron durante las pasadas manifestaciones y, por supuesto, en el proceso electoral del cual emergieron triunfadores, de ese apego depende el cambio con el que el país ha soñado desde hace algunos quinquenios.  Tienen en sus manos hacer efectivo el reclamo de todo un país: ¡una política decente y enfocada en trabajar por el bienestar común!

Comparte esta Noticia