Con la llegada de la pandemia, el uso de las herramientas tecnológicas tomó un impulso nunca antes visto en América Latina para sacar adelante su economía, esa tendencia hacia una mayor utilización de la tecnología se ha mantenido en todos los países.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL afirma que solo en 2020, el volumen de datos aumentó un 57%, debido al mayor uso de soluciones en línea para trabajar, estudiar, entretenerse o comunicarse.
El sector educativo fue uno de los primeros en incorporarse a las plataformas digitales, este nuevo modelo tecnológico pone al estudiante en el centro de la actividad con la ventaja que fomenta su autonomía y capacidad de autoaprendizaje. Asimismo, abre las puertas a la innovación metodológica, y al cambio en los instrumentos para incorporar conceptos y habilidades.
En este sentido, los planes de estudio deben ser diseñados bajo la nueva lógica que comprenda recorridos de autoaprendizaje basados en instrumentos tecnológicos.
Según la doctora Adriana Angarita, CEO de SénecaLab, una institución de reconocido liderazgo en el ámbito de la educación superior, el modelo actual con el impacto de la inteligencia artificial, cambia de manera profunda las profesiones y la forma de enseñanza.
Agrega que a medida que las universidades cuenten con sistemas académicos, administrativos y tecnología para el aprendizaje que faciliten los cambios, se verán resultados muy diferentes en el método de enseñanza.
“El criterio para tomar decisiones con respecto a las herramientas tecnológicas, podría ser el costo. Hoy en día, más que en edificios, las universidades deben invertir en tecnologías emergentes y sistemas tecnológicos que les permitan desarrollar un aprendizaje individualizado”, dijo Angarita.
Esa transformación inicia con la toma de decisiones basada en datos a través de sistemas académicos y tecnología para generar un modelamiento de la gestión.
“En SénecaLab, consideramos que es de vital importancia para las instituciones educativas pasar de las ideas a los hechos. Por ello, estamos enfocados en el hacer, y esto significa acompañar a las universidades en su transformación digital como requieren estas instituciones a nivel de gestión”, afirma.
La tecnología impacta de manera significativa los programas de formación, ya que las profesiones han cambiado y la incorporación de temas digitales e inteligencia artificial modifican tanto la enseñanza-aprendizaje como la estructura temática de los programas.
La pandemia dejó claro que el tiempo y la distribución del mismo, tanto física como virtual tiene un significado y una valoración, y cada vez es más importante entender los momentos de la educación virtual, síncronos, asíncronos, presenciales y semipresenciales. Cada uno debe ser diseñado con un enfoque claro en el objetivo, en la audiencia y especialmente en el aprendizaje.
“Mi recomendación es que cuando se decidan por herramientas tecnológicas, procuren que sean herramientas que realmente vengan de una casa de tecnología que esté dedicada a la educación superior. Es un segmento muy especializado con muchas necesidades y especialmente tendrá muchos desarrollos a futuro”, detalla la CEO de SénecaLab.
Explica que algunas casas tecnológicas relacionadas con otras industrias, desarrollan algunos elementos para la educación superior. Sin embargo, el mantenimiento, la investigación, el desarrollo y el trabajo que significa construir a través de la tecnología para mejorar la calidad de las universidades, requiere de tiempo completo.
“Sugiero enfocarse en herramientas de casas que tienen permanencia en el tiempo, y que dan soporte y más profundización en un diseño muy flexible, que permite adaptarse a los tiempos cambiantes que tiene la educación superior”, advierte Angarita.
Para las universidades es clave basar su operación, en especial su visión en herramientas tecnológicas flexibles que les permitan crecer y adaptarse a los cambios que se darán en la educación superior a nivel global.
Es el foro internacional, cuya meta es crear una nueva generación de gestores educativos desde una perspectiva práctica y enfocada en soluciones con una mirada global para resolver las necesidades de las instituciones de educación superior de la región.
Este año, Innkind: FIED tendrá como sede tres países, el primer encuentro se realizará el 4 de junio en Colombia, en Panamá será en septiembre, y en Perú en el mes de noviembre.