El V Informe de Panamá, ¡cuéntame! sobre el activo de las personas y del hábitat urbano, presentado por la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) junto a sus aliados del observatorio Panamá, ¡cuéntame!,, aborda de forma integral la calidad de vida de los panameños, centrándose en el activo de las personas y el hábitat urbano. Este estudio, que cubre el periodo de 2021 a 2023, evalúa tanto dimensiones objetivas como subjetivas para identificar factores clave y promover acciones que mejoren el bienestar general en el país. Este enfoque multidimensional coincide con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, reflejando el compromiso de Panamá con el fin de la pobreza, la lucha contra la desigualdad y la injusticia, el enfrentamiento al cambio climático, y la promoción de la paz y la prosperidad.
En esta ocasión, el activo de las personas y hábitat urbano analizados fueron educación, salud, empleo, seguridad ciudadana, vivienda, medio ambiente, espacio público, servicio público y movilidad vial (urbana). Los aspectos demográficos, pobreza y equidad, son ejes transversales para este estudio, los cuales, junto con la percepción de la ciudadanía, permiten identificar factores y contribuir a establecer acciones integrales que mejoren la calidad de vida de quienes habitamos en este país. Para más información puede acceder a Informes de Calidad de Vida – Panamá, ¡cuéntame! (panacamara.com).
Sobre el particular, Adolfo Fábrega, presidente de la CCIAP, explicó que, la alianza que se ha logrado con diferentes actores nacionales e internacionales “nos han ayudado a traducir información valiosa y llegar a más ciudadanos que puedan entender el impacto que generan los indicadores analizados en Panamá, ¡cuéntame!, y así poder contribuir a establecer acciones integrales que mejoren la calidad de vida de quienes habitan en este país”.
El informe destaca que, a pesar del crecimiento económico y la reducción de la pobreza y la pobreza extrema en la última década, persisten desigualdades significativas en el acceso a servicios básicos como educación, salud, empleo, y vivienda adecuada, así como en la seguridad, el medio ambiente, y la movilidad urbana. Estas disparidades afectan de manera desproporcionada a ciertos grupos socioeconómicos y demográficos, revelando la necesidad de una redistribución eficiente de recursos e inclusión de grupos históricamente marginados.
En términos de pobreza, el informe indica una disminución en la pobreza extrema de 10.0% en 2019 a 9.5% en 2021, atribuida a programas sociales y medidas específicas para enfrentar la crisis del COVID-19. La pobreza multidimensional también ha disminuido significativamente, de 19.1% a 14.8% entre 2017 y 2022, mientras que la desigualdad económica, medida por el coeficiente de Gini, muestra fluctuaciones antes y después de la pandemia, situando a Panamá como uno de los países con mayor desigualdad en América Latina.
El sector educativo ha experimentado mejoras en matrícula y alfabetización, aunque persisten disparidades en el acceso y la calidad de la educación. La matrícula en la educación superior se mantiene por debajo del promedio de la OCDE, y los resultados en pruebas internacionales como PISA 2022 señalan desafíos en competencias claves.
En salud, Panamá ha logrado aumentar la esperanza de vida de 74.3 años a 78.7 años entre los años 2000 y 2022, pero enfrenta retos en mortalidad infantil, acceso a servicios de salud y prevalencia del VIH.
A pesar de un leve aumento en la población ocupada (1%), la tasa de desempleo juvenil sigue siendo alta, esta es de 15.4% para el año 2023. El empleo muestra un leve aumento en la población ocupada, pero la tasa de desempleo juvenil y la informalidad laboral siguen siendo altas.
En seguridad ciudadana, los delitos han aumentado significativamente, 14% entre los años 2019 y 2023, con la violencia doméstica como uno de los delitos más reportados.
Insight Crime reporta, según datos del año 2023, que en América Latina, incluyendo los países del Caribe, al menos 117,492 personas fueron asesinadas en la región, lo que arrojó una tasa de 20 por cada 100 mil habitantes. El Salvador tiene la tasa más baja de América Latina con 2.4 por cada 100 mil habitantes, mientras que la tasa más alta la registra Ecuador con 44.5 por cada 100 mil habitantes. Panamá registra una tasa de 12.5 por cada 100 mil habitantes.
El informe también resalta las dificultades en vivienda y servicios públicos, aunque se han logrado mejoras en el acceso a servicios básicos. De acuerdo con datos del censo del año 2023, hay un 3% de la población urbana que vive en viviendas inadecuadas (23,789 viviendas) en la República de Panamá. Hemos mejorado en cuanto a este indicador ya que en el 2015 este era de 5%.
El medio ambiente presenta avances en la cobertura boscosa, pero las emisiones de dióxido de carbono son altas, y se subraya la necesidad de promover la electrificación sostenible y renovable.
Por otro lado, se ha observado una mejora en el acceso a servicios básicos como agua potable, energía eléctrica y servicios sanitarios de 77% a 79% entre los años 2018 y 2021. Sin embargo, persisten brechas entre áreas urbanas y rurales, así como entre diferentes provincias.
La movilidad urbana es otro desafío destacado, con un aumento en el número de vehículos y la presión sobre la infraestructura vial, lo que apunta a la necesidad de diversificar y mejorar las opciones de transporte público. El informe incluye también indicadores subjetivos, basados en encuestas, que revelan percepciones sobre la salud, el empleo, la educación, la seguridad, y la calidad de los servicios públicos y del medio ambiente.
En conclusión, el V Informe de Panamá ¡cuéntame! proporciona una visión comprensiva y crítica de la calidad de vida en Panamá, evidenciando logros importantes y desafíos pendientes. Su enfoque holístico y participativo, que incluye la colaboración de diversos actores sociales y económicos, subraya la importancia de políticas públicas inclusivas y eficaces para asegurar el bienestar de todos los panameños.
