Estos son algunos de los nombres que recorren la historia moderna de personas con algún tipo de discapacidad que han sido capaces de destacar en sus disciplinas artísticas
Homero era ciego y fue capaz de imaginar historias fundacionales de lo que luego vino a llamarse literatura; Beethoven compuso algunas de los himnos más celebrados de la música clásica con una sordera creciente en sus últimos años de vida y, sin ir más lejos, un actor con acondroplasia como es Peter Dinklage se ha convertido en un icono de la pequeña pantalla gracias a su papel en ‘Juego de Tronos’.
Estos son algunos de los nombres que recorren la historia moderna de personas con algún tipo de discapacidad que han sido capaces de destacar en sus disciplinas artísticas –y también de liderazgo–, en muchos casos sin que su público supiera de las dificultades que suponía sacar adelante esa obra. Con motivo del Día Internacional de la Discapacidad, este domingo 3 de diciembre, aquí van algunos de estos artistas que ya están en el imaginario de todos.
En el caso de la literatura, Homero –autor cuya existencia ha sido cuestionada por expertos– es el (supuesto) responsable de ‘La Ilíada’ y ‘La Odisea’, historias épicas que narran la guerra entre aqueos y troyanos, así como el duro regreso a casa de uno de los héroes de esa batalla, Ulises. En cualquier caso, la ceguera que se le ha atribuido no era impedimento para contar historias en su época –siglo VIII a.C.–, cuando los relatos eran transmitidos oralmente.
Uno de los grandes nombres de la literatura universal, el español Miguel de Cervantes, escribió su principal obra ‘El Quijote’ con un brazo inhabilitado debido a un arcabuzazo en la mano durante la Batalla de Lepanto. Y Ramón María del Valle Inclán, el inventor del ‘esperpento’ y de Max Estrella, también tenía el brazo sin utilizar por una pelea tras una tertulia: no fue impedimento para que escribiera obras como ‘Luces de Bohemia’ o sus ‘Sonatas’. El poeta inglés John Milton, autor de ‘El paraíso perdido’, era ciego y una anécdota popular reconocía cómo enseñó a sus hijas a leer en alto en griego.
Curiosamente, la música es uno de los campos en que más han destacado personas con discapacidad. La lista es larga: del ya citado Beethoven, a José Feliciano o los pianistas Stevie Wonder o Ray Charles, ambos tan reconocibles con sus gafas negras y una manera de interpretar propia. Todos ellos eran ciegos.
También en esta disciplina está el maestro Joaquín Rodrigo, compositor del ‘Concierto de Aranjuez’ y con una ceguera desde los tres años a causa de una difteria. O, en nuestros días, el cantante Andrea Bocelli –ciego desde los doce años por un golpe en la cabeza cuando jugaba al fútbol– o Roberto Carlos –intérprete de canciones como ‘Lady Laura’–, sin pierna derecha por un atropello a los seis años. Serafín Zubiri, músico español que estuvo a punto de alcanzar el triunfo en el festival Eurovisión, es otro ejemplo de artista con ceguera de nacimiento.
En pintura también hay varios nombres: Goya, maestro del siglo XVIII y XIX, terminó sus últimos días en la conocida como ‘Quinta del Sordo’ trabajando en sus ‘pinturas negras’ cuando ya tenía una sordera prácticamente total. Y Vincent Van Gogh dejó obras como su magnífica ‘Noche estrellada’ con acusados problemas de salud mental. También es conocida la vida de Frida Kahlo, con una discapacidad física por accidente de tráfico que incluso plasmó en algunas de sus obras.
El celuloide cuenta con personas destacadas con discapacidad –además del ya citado Peter Dinklage–, por ejemplo, la actriz Judi Dench –ganadora del Oscar por ‘Shakespeare in love’–, con una degeneración macular que está reduciendo su visión. Michael J. Fox, el inolvidable Marty McFly de ‘Regreso al futuro’, con Parkinson diagnosticado desde el año 1991, forma asimismo parte de esta célebre lista.
En ciencia, está en el imaginario el nombre de Stephen Hawking, incansable estudioso de los agujeros negros con discapacidad desde los 21 años asociada a la ELA. Y en cuanto a líderes mundiales, la lista también es extensa: desde Franklin D. Roosevelt, presidente de Estados Unidos, en silla de ruedas tras pasar una poliomielitis, a Blas de Lezo, el marino español tuerto, cojo y manco por heridas de guerra y ‘azote’ del Imperio británico.
El exministro de defensa israelí, Moshé Dayán, se quedó tuerto tras recibir el impacto de una bala en su cara y lucía un parche en su ojo izquierdo. Al igual que Ana Hurtado de Mendoza de la Cerda y de Silva y Álvarez de Toledo, la Princesa de Éboli, tuerta desde la adolescencia por un accidente doméstico. Carlos II, rey español que murió a los 38 años, era conocido con el sobrenombre de ‘El hechizado’ debido a los numerosos problemas de salud que atravesó desde su nacimiento.