La maternidad va mucho más allá de traer una nueva vida al mundo. Ser madre conlleva una profunda responsabilidad con la formación de los ciudadanos del mañana y el desarrollo integral de la sociedad. Hoy, al celebrarse su día, queremos exaltar la invaluable labor de todas las madres de nuestro país.
Ellas son las primeras maestras. Con amor y paciencia enseñan valores, transmiten conocimientos y habilidades esenciales para la vida. Cada hogar, gracias a las madres, es una escuela de respeto, solidaridad y trabajo duro; virtudes que se reflejan luego en cada ámbito de la sociedad. Son ellas, también, las gestoras incansables del bienestar familiar. Administran el presupuesto, equilibran las tensiones del hogar y se sacrifican por satisfacer las necesidades de todos. De sus decisiones depende en gran medida la estabilidad emocional y material de las familias panameñas.
Incluso más allá del entorno familiar, vemos su contribución social. Muchas compatriotas destacan en todos los campos: la medicina, los negocios, la política, las artes y las ciencias. Son madres ejemplares que nos enorgullecen, derribando barreras y abriendo caminos para las nuevas generaciones.
Reivindicar hoy la maternidad es reivindicar los cimientos mismos de nuestra sociedad. Las madres panameñas construyen, con tesón y entrega diarios, un Panamá mejor para todos. Se merecen no solo nuestro eterno reconocimiento, sino también las políticas de apoyo para que puedan desempeñar su labor en las mejores condiciones. Ellas son soporte y motor de la nación que soñamos.