El Departamento de Estado de Estados Unidos ha publicado este jueves un informe sobre la inversión milmillonaria de China para «reconfigurar el entorno mundial de la información en su propio beneficio» y así promover su propia propaganda y desinformación.

«Pekín ha invertido miles de millones de dólares para construir un ecosistema global de información que promueva su propaganda y facilite la censura y la difusión de desinformación. Aunque formidables, los esfuerzos de China han sufrido reveses en los países democráticos debido en gran parte a la resistencia de los medios de comunicación locales y de la sociedad civil», reza un comunicado del departamento.

En ese sentido, Estados Unidos ha advertido de que China está ganando ganando cada vez más influencia de formas obvias y encubiertas en contenidos de plataformas en línea, que usa para coartar la libertad de expresión en todo el mundo y para promover una comunidad de «autoritarios digitales» en las mismas.

Además, ha señalado que, de tener éxito, las autoridades chinas podrían cambiar el «panorama informativo mundial», lo que crearía «sesgos y lagunas» que llevarían a numerosos países a subordinar sus intereses en favor del gigante asiático.

Según el informe, los cinco elementos principales de la «manipulación informativa» china son los de «aprovechar la propaganda y la censura, promover el autoritarismo digital, explotar las organizaciones internacionales y las asociaciones bilaterales, emparejar la cooptación y la presión, y ejercer control sobre los medios de comunicación en lengua china».

En el documento se detalla como la Televisión Central China, un medio estatal, proporciona de forma gratuita vídeos y guiones a 1.700 medios de comunicación extranjeros, y que el país se ha convertido en uno de los principales proveedores de servicios de televisión en África a través de StarTimes, controlando así las cadenas a las que pueden acceder los espectadores.

Las autoridades chinas también han conseguido eludir las leyes tailandesas que limitan la propiedad extranjera de los medios de comunicación a través de la creación de una filial local dirigida por ciudadanos tailandeses, a través de la cual compraron el portal de noticias más popular del país.

Por otro lado, el informe ha expuesto que casi un centenar de personas «influyentes» han difundido mensajes oficiales del Gobierno chino desde 2021 en dos docenas de idiomas y en múltiples plataformas, llegando a más de once millones de personas en decenas de países.

Respecto a las plataformas chinas y sus empresas tecnológicas nacionales, Estados Unidos ha lanzado advertencias sobre la «capacidad de censura» y de «control» de las marcas de teléfonos móviles Xiaomi y Huawei y de las aplicaciones WeChat, WeiXin y TikTok.