El Foro Económico Mundial acaba de publicar un exhaustivo informe que examina el potencial de la inteligencia artificial (IA) para abordar algunos de los desafíos más apremiantes en la prestación de servicios de salud en todo el mundo. El documento, titulado Ampliando soluciones inteligentes con IA en salud: desbloqueando el impacto en casos de uso de alto potencial, analiza cómo la IA podría ayudar a mejorar el acceso, la asequibilidad y la calidad de la atención médica si se implementa de manera responsable.
El estudio identifica cinco áreas principales donde la IA podría tener un impacto transformador: promoción de la salud y prevención de enfermedades, diagnóstico de enfermedades, desarrollo de nuevos tratamientos y medicamentos, administración de los sistemas de salud, y atención y apoyo a pacientes y trabajadores de la salud.
Según Arnaud Bernaert, jefe global de salud y atención sanitaria del Foro Económico Mundial, «la IA está remodelando la prestación de atención médica de formas que beneficiarán a millones de personas en todo el mundo al permitir un mejor acceso a diagnósticos y tratamientos precisos». Por ejemplo, mediante el análisis de grandes conjuntos de datos de pacientes, los algoritmos de IA pueden descubrir nuevas correlaciones y apoyar mejores decisiones clínicas. De hecho, la IA ya se está utilizando para analizar imágenes médicas en busca de anomalías, para realizar cirugías robóticas menos invasivas, y acelerar el desarrollo de nuevos fármacos. Un estudio de casos destacado en el documento revela cómo los investigadores entrenaron un algoritmo de IA para detectar primeros signos del cáncer de mama con mayor precisión que los radiólogos.
Sin embargo, también se advierte sobre posibles riesgos y sesgos si no se implementa la IA en la atención médica de manera responsable. Por ejemplo, los conjuntos de datos utilizados para entrenar algoritmos pueden reflejar y amplificar desigualdades si no son suficientemente inclusivos. La profesora Effy Vayena, de la Universidad ETH de Zúrich, quien co-presidió el grupo de trabajo detrás del informe, dijo: «Tenemos la oportunidad de modelar la IA de una manera que promueva la equidad en la salud. Pero los responsables políticos deben centrarse en regular estas tecnologías para garantizar que beneficien a todos por igual».
El informe recomienda medidas concretas que los gobiernos, la industria y otros actores pueden tomar para maximizar el potencial de la IA en la atención médica de manera ética. Entre ellas figuran el establecimiento de estándares globales para evaluar la seguridad y eficacia de la IA en salud, mejores prácticas para la gestión de datos, y esfuerzos para aumentar la diversidad de los conjuntos de datos y equipos que desarrollan estas tecnologías. La cooperación internacional será clave. También se insta a la creación de coaliciones público-privadas para impulsar la investigación de IA en salud y facilitar la transferencia de tecnología a países de bajos ingresos. Adicionalmente subraya la necesidad de involucrar a las comunidades afectadas en el diseño e implementación de soluciones de IA.
En conclusión, el informe enfatiza que, si bien la IA por sí sola no puede resolver todos los desafíos de los sistemas de salud, estas tecnologías bien dirigidas podrían ayudar significativamente a alcanzar el objetivo de la cobertura de salud universal para 2030. Pero para aprovechar plenamente sus beneficios, los gobiernos, la industria y la sociedad civil deben unirse para dar forma a un futuro de la IA en la atención médica que ponga a las personas en el centro.