Con las luces apagadas

La campaña electoral en Panamá para las elecciones de 2024, hasta ahora, se ha caracterizado por una inquietante falta de ideología por parte de los partidos políticos y la ausencia de planes de gobierno concretos de los aspirantes. Los candidatos, como acostumbran desde hace mucho tiempo ya, han estado recurriendo a la retórica y a los cantos de sirena que dicta el más crudo populismo, sin aterrizar en propuestas sólidas y específicas con las que abordar los desafíos urgentes que el país enfrenta.

Esta falta de planes políticos, claros y detallados, afecta seriamente la capacidad de los votantes para tomar decisiones informadas. Sin una visión estructurada de cómo los candidatos planean manejar áreas fundamentales como la economía, la educación, la salud, la seguridad y la corrupción, los ciudadanos actúan a ciegas al momento de decantarse por cualquiera de las opciones que aspiran a tomarse el poder. Para rectificar esto, se debe presentar planes de gobierno precisos y detallados; ofrecer, además, un desglose específico de las estrategias y tácticas propuestas, e indicar cómo las acciones resultarán en mejoras tangibles en la vida diaria de los ciudadanos.

Por otra parte, una ideología política clara resulta fundamental porque cuando los candidatos son transparentes acerca de sus valores y creencias dominantes, y cómo estos influirán en su liderazgo y en sus políticas, los votantes cuentan con un marco de referencia para comprender mejor la visión general de los candidatos y, por lo tanto, se facilita la creación de un consenso en torno a objetivos importantes para todos.

Los candidatos deben esforzarse por entablar un diálogo significativo con los ciudadanos, aclarando sus dudas y dando a conocer sus ideas y sus propuestas, explicando consistentemente cómo las mismas beneficiarán al país en su conjunto. De esta forma, se podría reforzar la confianza en el proceso electoral y garantizar un futuro más sólido para Panamá.

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