El barril de WTI estadounidense, cotizado para entrega en el mes de noviembre, cayó un 4,35%, para establecer su precio en 79 dólares con 85 centavos.

Numerosos expertos consideran que, aunque se pueda pensar que esta caída en el precio del barril de crudo es buena, en realidad representa una situación creada por una espiral inflacionaria y temores por una recesión global.

De acuerdo con el analista Craig Erlkam de Oanda, líder en datos y negociación de divisas, «la amenaza de una recesión global continúa pesando sobre los precios del petróleo y el endurecimiento generalizado de las políticas monetarias de los últimos dos días crea temores de un duro golpe al crecimiento».

Mientras este panorama se presenta, el dólar sigue su espiral de fortalecimiento, haciendo estragos en las principales bolsas de valores del mundo.

Otros expertos sostienen que la tendencia a la baja en el precio del barril de petróleo se mantendrá, en tanto el dólar continúe su fortalecimiento.

En medio de todo, la guerra entre Ucrania y Rusia parece no tener un término, mientras crece la tensión entre los rusos y los territorios occidentales, que continúan apoyando la campaña militar ucraniana.

Además, el panorama a las puertas del último trimestre del año 2022 es un signo de interrogación, luego que la Reserva Federal de Estados Unidos subió esta semana las tasas en 75 puntos básicos.

Así, los bancos centrales de todo el mundo siguieron su ejemplo con alzas propias, aumentando el riesgo de desaceleración económica.