Numerosos propietarios de estas farmacias, cuyo rango comercial es comunitario, sostienen que les será imposible hacer frente a esta disminución, en vista de que en sus inventarios se registran compras a precios que al asumir esta rebaja, producirá serias pérdidas en sus establecimientos.
De acuerdo con el vocero de la Asociación de Propietarios de Pequeñas Farmacias de Panamá, Orlando Pérez, la decisión de bajar un 30% en el costo de los medicamentos no les fue consultada, «sino impuesta», siendo estas farmacias «las que mayor afectación tendrán, porque sus inventarios no solo son pequeños, sino también sus márgenes de ganancia», todo eso, indicó, será impactado negativamente.
«Son 170 medicamentos, eso es prácticamente todo el inventario de una farmacia pequeña; con un 30% de descuento, sencillamente tendremos que dejar de operar», indicó Pérez.
El dirigente manifestó que las farmacias pequeñas perderán hasta un 25% al tener que aplicar el descuento del 30%, y hasta un 45%, cuando sea un medicamento para una persona jubilada o pensionada, porque ellos ya tienen un 20% por ley.
«Todo esto llevará a la quiebra a los propietarios de pequeñas farmacias, que con estos descuentos no podrán cubrir sus gastos operativos, y en otros casos, serán absorbidas por las grandes farmacias. Habrá más desempleo y la inversión sufrirá un duro revés en este sector», apuntó el farmaceuta.
La Asociación Nacional de Farmacias Pequeñas reúne a unos 550 negocios de este tipo a nivel nacional, cuyos establecimientos están ubicados en las cabeceras de provincia, algunos puntos rurales, barrios populares y lugares distantes de los centros urbanos.