Amy Webb no es Arnold Schwarzenegger. Ni siquiera se asemeja al icónico personaje de Terminator. Pero, ambos tienen un punto de coincidencia: el futuro. Uno, en su viaje cinematográfico desde aquél hacia los años ochenta, para salvar al que sería -al crecer- el líder de la rebelión en contra de las máquinas. Amy, por su parte, con sus múltiples desplazamientos prospectivos desde el presente hacia los arcanos y las potencialidades que encierra el porvenir. Cada una de sus incursiones pretende desentrañar y explicar lo que nos aguarda con el correr del calendario, a la vuelta de algunos años. Es una convencida de que el conocimiento de las oportunidades y los riesgos es el mejor instrumento para afrontarlos con posibilidades de éxito.
Pasado y presente.
Amy Lynn Webb nació en el East Chicago, Indiana. Sus primeros intereses apuntaban al clarinete clásico, por lo que asistió a la Escuela de Música Jacobs. Sin embargo, más tarde se decantó por una licenciatura en ciencias políticas, economía y teoría de juegos de la Universidad de Indiana. Su periplo profesional abarca desde desempeñarse como periodista independiente y profesora de inglés en Japón, obtener una maestría de periodismo en la Universidad de Columbia, pasando por un trabajo como reportera de planta en el semanario Newsweek, en Hong Kong, cubriendo todo el espectro de tecnologías emergentes.
En el año 2006 fundó el Future Today Institute, una empresa consultora de prospectiva y estrategia que ayuda a diversas organizaciones y a sus líderes a prepararse para afrontar futuros complejos. En su metodología para pronosticar los potenciales escenarios del futuro, se apoya en el uso intensivo de big data, inteligencia artificial y un fuerte enfoque en las más variadas tecnologías. Desde el 2007 es autora del reconocido Informe Anual de Tendencias Tecnológicas, el cual describe el futuro tecnológico y su impacto sobre la sociedad. A través de sus decenas de páginas articula una sólida serie de previsiones que se proyectan a 5 y hasta 20 años en el futuro y con la cual procura entender y anticipar los grandes cambios con el poder suficiente para reconfigurar la realidad.
Un futuro de gigantes.
Desde el inicio de su libro Nueve gigantes, Amy Webb nos advierte que la inteligencia artificial “no es tan solo una tendencia tecnológica, una palabra de moda o una distracción temporal: es, más bien, la tercera era de la computación. Estamos pasando por una transformación significativa, muy similar a la que vivió la generación de la Revolución Industrial”.
A lo largo de sus páginas se dedica a desmontar la estructura de mitos y prejuicios con la cual el cine y la literatura de ciencia ficción ha deformado lo que pensamos sobre el futuro. Seguidamente hace un sucinto pero abarcador recorrido por la historia de la inteligencia artificial, para luego analizar la poderosa influencia que dicha tecnología ya ejerce en la vida doméstica, la económica y la política.
Con la irrupción tecnológica, la humanidad se sumergió en una omnipresente red de algoritmos e inteligencia artificial donde todo está a un toque de pantalla de distancia. Esta inmediatez alimenta un nuevo mito: el de creer que controlamos los sistemas presentes en nuestra vida gracias a los artefactos que la tecnología pone en nuestras manos. Nunca antes estuvimos más lejos de la verdad.
Un grupo de nueves empresas globales -Google, Facebook (ahora Meta), Amazon, IBM, Apple, Microsoft, Alibaba, Tencent y Baidu- han llevado a cabo los mayores desarrollos jamás vistos anteriormente, y en medio de esa carrera hemos quedado a merced de esa cofradía. Son ellos quienes dictan los gustos, las tendencias y lo que, en adelante creemos y pensamos, reconfigurando de manera aterradora el mundo en el cual existimos; imponiendo – incluso- los colores con los que percibimos el entorno.
Estas nueve empresas no dudan en invertir sumas exorbitantes en las más disruptivas tecnologías, principalmente en la inteligencia artificial (IA), convencidos de que el futuro es tecnológico y que se construye sobre algoritmos. Ya no resulta tan descabellado creer en robots capaces de pensar por sí mismos, ni en máquinas tan inteligentes que pueden llevar a cabo las funciones de nuestra vida. “La IA es parte de nuestra vida y nosotros somos parte de su desarrollo”, se advierte casi al término de sus páginas.
Apuntando al 2030.
Las 382 páginas de Nueve gigantes es una vibrante travesía por las más variadas y fundamentales cuestiones que prometen, inclusive, transfigurar la balanza geopolítica sobre la que ha funcionado el mundo tal como lo conocemos hasta ahora. Se revela el estado, por ejemplo, de la carrera en la que participan China y Estados Unidos. El esfuerzo desplegado por parte de la potencia asiática para ubicarse a la cabeza de la revolución digital y tomar el estandarte del poderío económico, científico, tecnológico y militar. “China tiene una visión clara de su dominio global en un futuro cercano, en los campos económico, geopolítico y militar y ve en la IA el medio para lograr ese objetivo”.
Quien encabece el campo de la inteligencia artificial contará con la suprema ventaja, aseguran los expertos, y el gobierno chino es consciente de ello y no deja lugar a la improvisación en sus objetivos al respecto. Con su “plan 2030” persigue convertir al país en el principal centro de innovación y desarrollo de IA del mundo; y, precisamente, espera crear una industria de 150 mil millones de dólares para el mencionado año.
El extraordinario libro de Amy Webb nos lleva a través de ésta y otras cuestiones que definirán el rumbo de la próxima era de la computación. Con creciente interés a medida que se avanza entre las páginas, la destacada futurista adentra al lector en los entresijos de los más destacados temas que dan forma a la gran revolución digital de la que todos hablan, pero muy pocos dominan con la maestría y abundancia de recursos e información como lo hace la autora de Nueve gigantes.