Sin conocerse los motivos de fondo, se informó la renuncia de esta alta funcionaria, precisamente un día después de que se hiciera pública la denuncia del subdirector de Marina Mercante de la Demóstenes Sánchez quien acusó públicamente a su superior, Rafael Cigarruista de no haber tenido voluntad de trabajar para evitar que Panamá estuviera en riesgo de perder su posición como líder en el registro de buques.
Para el presidente del Colegio Nacional de Abogados, Juan Carlos Araúz, tanto las denuncias del subdirector de Mercante como la renuncia de la subadministradora, son temas que deben atenderse con responsabilidad, ya que indistintamente de la parte administrativa de la entidad, todos debemos ser consciente del rol y la proyección que representa la AMP en el negocio marítimo, por lo tanto su funcionamiento siempre va a estar bajo una alta expectativa de calidad.
“No interesa si hay cambios, lo que importa es que se mantenga la calidad y excelencia en el servicio que brinda nuestro país en el sector marítimo”.
Araúz es de la opinión que este tipo de situaciones, como las acusaciones del funcionario, deben ser aclaradas de forma rápida y precisa, sobre todo porque podrían afectar la imagen del país en cuanto a competitividad en el sector logístico.
Recomendó a las autoridades de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) tener mucho cuidado, porque situaciones como estas, donde un subalterno acusa a su superior de mal manejo, pueden ser aprovechadas por la competencia. No se puede permitir que la competencia internacional pueda utilizar estos momentos para demostrar que nosotros tenemos algún tipo de deficiencia en los servicios o en nuestra plataforma y atribuir que la industria panameña no está calificada.
Dice que los superiores de la AMP deben tomar la vocería del tema, presentar sus observaciones, reafirmar la competitividad del país, los esfuerzos que se hacen y dar a luz del camino que se debe transitar para seguir aumentando la competitividad, tomando en cuenta que la crítica interna mal utilizada es caldo de cultivo para la competencia para aminorar o disminuirnos, sobre todo en usuarios que son tan exigentes con la calidad de los servicios.