Los ‘Socceroos’ festejaron su clasificación en el Estadio Ahmad bin Ali después de un choque muy igualado, donde ambos combinados tuvieron pocas, pero buenas, ocasiones para haber evitado jugarse el pase desde los once metros.
Ahí, se encumbró el guardameta Redmayne, al que su seleccionador, Graham Arnold, decidió meter por el realista Ryan cuando se acababa la prórroga buscando que este mostrase al parecer sus mejores dotes en los penaltis.
Sus movimientos en la línea antes de los lanzamientos fructificaron en el de Valera, ya en la ‘muerte súbita’ en la tanda, y el combinado australiano completará el grupo D junto a la actual campeona, Francia, Dinamarca y Túnez. Los de Ricardo Gareca, en cambio, fueron los que lloraron al no poder conseguir clasificarse para su segunda Copa del Mundo consecutiva y repetir el logro de 1978 y 1982.
El encuentro tuvo la emoción que marcó siempre el resultado. Australia se plantó bien y supo controlar el duelo en su primera mitad, llevando casi siempre peligro por su costado derecho y sin sufrir demasiado ante un rival algo irreconocible.
Perú mejoró tras el descanso y tuvo más empaque dentro del choque, aunque las ocasiones eran con cuentagotas. Las mejores llegaron para los australianos en el tramo final de la segunda mitad, con sendos remates de Behich y Hrustic, pero el primero tocó el palo y el segundo se encontró con Gallese.
En la prórroga, ya con menos fuerza en ambos, el encuentro se abrió y fue la selección peruana la que pudo evitar los penaltis, primero con un remate de Cueva y luego, casi a renglón seguido, con un cabezazo al palo de Flores. Los penaltis tuvieron que decidir y el fallo inicial de Boyle, que se topó con Gallese, se vio compensado por el de Advíncula, que no pudo superar el palo. Al final, Redmayne le adivinó la intención a Valera y Australia vivirá la fiesta del Mundial.