Las calles de la ciudad se vistieron de morado. Miles de mujeres realizaron una marcha, no solo para conmemorar el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, sino para exigir al Estado protección frente a la violencia sexual, sobre todo para las niñas, que ven su infancia interrumpida al ser obligadas a cambiar las muñecas por pañales.
«Son niñas, no madres», fue el grito con el que las mujeres caminaron desde el Parque Porras hasta la Cinta Costera. Grito en alusión al caso de la niña de 8 años embarazada que estremeció el país. También recordando que Panamá es uno de los países con las tasas más altas de embarazo en adolescentes. Solo el año pasado se reportaron 9,724 embarazos en niñas y jóvenes de entre los 10 y 19 años.
Las mujeres hicieron un alto frente a las instalaciones de la Secretaria Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf). Allí gritaron al unísono «violador», recordando también el caso de abuso contra menores en los hogares temporales de acogida.
También reclamaron por mejores derechos laborales, como una seguridad social digna y que se ratifique el convenio 190, sobre la violencia y acoso en el mundo laboral.