La semana que termina este sábado tuvo un marcado acento de protesta. Desde el lunes, hasta la tarde del viernes 25 de marzo, en distintos puntos y horas, el país parecía sucumbir ante cierres de calles, reiterados llamados por inconformidad, avisos de huelga y señalamientos por malas condiciones en los planteles oficiales, que iniciaron clases presenciales tras dos años de pausa por la pandemia del COVID-19.
A esto, el incremento en el costo del combustible puso un sazón amargo, no solo a los conductores y transportistas, sino a los consumidores, que han visto esta semana un notable incremento en productos de primera necesidad, aún cuando muchos se mantienen bajo una medida especial de control de precios.
El viernes inició con el mal sabor del empate de la selección nacional de fútbol, ante Honduras, en el marco de la eliminatoria para el Mundial de Catar 2022. Aunque el elemento deportivo está fuera de lo que sucede en el país, el descontento por la mala actuación del onceno panameño no se podía ocultar.
A todo esto, transportistas de San Cristóbal de Chepo cerraron por varios minutos la vía en la 24 Diciembre, protestando por el alza del combustible, mientras que los transportistas aglutinados en las organizaciones de la ciudad capital, la Cámara Nacional de Transporte y la Coordinadora de Transportistas del Interior denunciaron pérdidas hasta de 70 centavos por pasajero, y exigieron el congelamiento del precio del diésel y gasolina, advirtiendo que este lunes 28 de marzo procederán con un alza en las tarifas de transporte público.
Esto provocó una reunión con la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre, de la que no se pudo lograr un acuerdo hasta la noche de este viernes.
Se dio una propuesta oficial: subir el subsidio para combustible a los transportistas de $6 millones, la cual fue rechazada. Las conversaciones deben continuar este sábado, ante las amenazas de los transportistas.
En el sector educativo, también hubo protestas. Las comunidades educativas de los colegios Guillermo Endara, Pedro Pablo Sánchez y Moisés Castillo Ocaña protestaron por las malas condiciones en que sus respectivos centros docentes se encuentran, tras iniciar clases presenciales este lunes.
Al comenzar la semana, el Instituto Fermín Naudeau, uno de los planteles oficiales más importantes del país, tuvo que suspender clases por la falta de mobiliarios para los estudiantes y educadores.
En la semana, las protestas en Chiriquí en contra el Proyecto de Ley 776 continuaron. La posible reelección de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Chiriquí mantuvo protestas durante toda la semana, aparte de que la población indígenas cerró la Vía Interamericana, porque no se quieren vacunar contra el COVID-19.
Además, este viernes hubo cierres en el sector de Rambala, camino a Bocas del Toro, por parte de docentes de las áreas de difícil acceso.
Otros que protestaron fueron los trabajadores del Hospital Santo Tomás, que objetan el Proyecto de Ley 550, que establece modificaciones a la legislación sobre los patronatos de distintos hospitales públicos, sosteniendo que se permite con esto la intromisión política en el manejo y administración de estos centros médicos, que están a cargo de los clubes cívicos.
El fin de semana se antoja con bastante agitación, si se toma en cuenta que el sector construcción tiene una huelga en ciernes, y que en estos días, habrá reuniones para tratar de acercar a las partes.
El convulsionado ambiente social tiene un respiro, con los partidos de fútbol de Panamá ante Estados Unidos el domingo; pero si el equipo nacional pierde, y Costa Rica gana, dirá adiós al sueño de un segundo Mundial de fútbol. Así están las cosas.