Sin nada que ganar, el onceno que dirige Thomas Christiansen saldrá a la cancha para cumplir con el trámite del calendario de este torneo.

El partido servirá para tener una despedida digna de un proceso que comenzó en agosto de 2020 bajo el mando del técnico danés-español, y que por momentos ilusionó a los panameños con la posibilidad de una nueva clasificación mundialista.

Sin embargo, en dos meses ese sueño se diluyó completamente, ante resultados negativos y la impotencia de sostener los cinco puntos de ventaja que tenía sobre Costa Rica; ahora, los nuestros saldrán a tratar de salir decorosamente de esta eliminatoria.

Se espera que el estratega use para la ocasión un equipo inédito al que había utilizado hasta el domingo, donde su base de jugadores no ha tenido variantes significativas.

Ismael Díaz, delantero reclamado por la afición, podría abrir el encuentro como titular en lugar de Rolando Blackburn, habitual en el esquema de Christiansen, mientras que Harold Cummings o José Córdoba entrarían por Andrés Andrade, quien viajó para unirse a su club en Alemania, tras la eliminación ante Estados Unidos.

Otras novedades estarían en la línea de volantes, en donde Víctor Medina y Abdiel Ayarza se mencionan como posibles titulares ante los de la «hoja de maple».

La afición aguarda además la participación del veterano Alberto Quintero, quien estaría completando su partido número 100 con el seleccionado panameño.

A diferencia del choque del pasado jueves ante Honduras, la eliminación del onceno nacional ha bajado notablemente el entusiasmo de la fanaticada, sin embargo, se espera una buena concurrencia en el Rommel Fernández, para un partido en el que Panamá se juega el honor, y buscará un buen resultado ante los canadienses, que celebraron la segunda clasificación mundialista de su historia.