Tiger, de 45 años, y Charlie, de 12, firmaron una ronda de 62 golpes, 10 bajo par, tras los primeros 18 hoyos en el Ritz-Carlton Golf Club de Orlando (Florida).
«Fue genial, fue un día muy divertido», declaró el ex número uno mundial al terminar su recorrido.
Padre e hijo se encuentran igualados con otras cinco parejas a tres golpes de distancia de los líderes, el golfista Stewart Cink y su hijo Reagan.
Todos los focos en el campo estaban puestos en el arranque de la ronda de los Woods, cuando Charlie generó un rumor de admiración con un extraordinario golpe de salida que acabó con un birdie en el primer hoyo.
En total, la pareja logró 10 birdies sin cometer ningún bogey.
De esta forma, Tiger regresó a una competición por primera vez tras el grave accidente de auto que sufrió en febrero cerca de Los Ángeles (California), que le causó severas fracturas en la pierna derecha de las que sigue en rehabilitación.