Kevin Strickland, de 62 años, había sido condenado en 1979 a cadena perpetua por un jurado compuesto exclusivamente por blancos por un triple asesinato ocurrido un año antes en Kansas City, Misuri.
Strickland proclamó firmemente su inocencia, y a principios de este año, la oficina del fiscal del condado de Jackson, que incluye a Kansas City, decidió que había sido condenado por error.
Después de revisar el caso, el juez James Welsh ordenó el martes la liberación inmediata de Strickland.
La exoneración de Strickland lo convierte en uno de los presos con más años tras las rejas en Estados Unidos en haber sido condenados injustamente.
Según el Registro Nacional de Exoneraciones, de las universidades de Irvine en California y Michigan, unas 2.500 personas absueltas por la justicia en los últimos 30 años han pasado una media de 13,9 años en prisión, con un máximo de 47 años y 2 meses.
Strickland, cuyo primer juicio resultó nulo, fue declarado culpable en un segundo juicio por el asesinato del 25 de abril de 1978 de tres personas que fueron atadas y fusiladas.
La única sobreviviente, Cynthia Douglas, identificó a Strickland como uno de los cuatro hombres responsables de la matanza, pero luego se retractó de su testimonio.
Dos de los hombres condenados por los asesinatos dijeron que Strickland no estaba involucrado e identificaron a otros dos hombres como participantes.
Tampoco hubo evidencia que vinculara a Strickland con el crimen, y éste incluso proporcionó una coartada de dónde se encontraba en ese momento.
«Strickland fue condenado únicamente por el testimonio de Douglas, quien posteriormente se retractó de sus declaraciones», dijo el juez.
«En estas circunstancias únicas, la confianza del Tribunal en la condena de Strickland está tan socavada que no puede sostenerse, y la sentencia condenatoria debe anularse», apuntó.
Y agregó: «el Tribunal ordena la liberación inmediata de Strickland».
El fiscal del condado de Jackson, Jean Peters Baker, saludó la decisión.
«Esto trae justicia, finalmente, a un hombre que trágicamente ha sufrido tanto como resultado de esta condena injusta», dijo Baker en un comunicado.
La organización Midwest Innocence Project, que abogó por el caso de Strickland, lanzó una campaña de recaudación de fondos en internet para ayudarlo a empezar una nueva vida.
Strickland le dijo hace poco al Washington Post que, una vez libre, quería visitar la tumba de su madre, fallecida este verano boreal, y ver, por primera vez, el mar.