Perú, el país con la mayor tasa de mortalidad por COVID19 en el mundo, superó este viernes los 200,000 muertos a causa de la pandemia, informó el ministerio de Salud.
El ministerio registró 25 muertes y 1,043 casos en las últimas 24 horas. Desde que irrumpió la pandemia, en marzo de 2020, el país andino de 33 millones de habitantes acumula 2,2 millones de contagios y 200,003 fallecidos.
La cifra de 200,000 muertos fue alcanzada en un contexto de paulatina caída de los nuevos casos y decesos, lo que es atribuido principalmente a la vacunación en curso.
«Mantenemos un nivel de control importante, no se ha incrementado de manera sustancial la mortalidad por COVID19 en todo el territorio nacional», aseguró el ministro de Salud, Hernando Cevallos.
«Es probable que la primera y segunda ola [en agosto de 2020 y en abril pasado, respectivamente] hayan generado inmunidad en un sector de la población, así como la vacunación», agregó.
El descenso de contagios permitió relajar medidas sanitarias para acelerar la reactivación de la economía.
El toque de queda nocturno fue reducido a dos horas y los restaurantes ahora operan al 100% de su aforo.
El gobierno peruano insta, sin embargo, a no descuidarse ante la posibilidad de una tercera ola por la propagación de la variante delta, que ahora es predominante en el país.
Revisión al alza
Perú corrigió el 31 de mayo sus cifras de decesos, que pasaron de 69,000 a 180,000.
Desde entonces es el país con mayor tasa de mortalidad por COVID en el mundo, con 6,065 decesos por cada millón de habitantes, según recuento de la AFP en base a datos oficiales.
El ritmo de decesos viene cayendo paulatinamente tras llegar a 2,500 por semana en abril. La pasada semana se registraron 169 muertos.
La pandemia desnudó las limitaciones de la que era una de las economías más dinámicas de la región, hasta 2019.
En 2020, el PIB cayó 11,12% -el peor desempeño en tres décadas-, más de 2,1 millones perdieron su empleo y la economía entró en recesión, de la que acaba de salir.
«Niños huérfanos»
«Esto no es un juego, hay tantas personas que se están muriendo y están quedando niños huérfanos», dijo a AFP Mirtha García Espinoza, en la norteña Piura, una de las regiones más azotadas por la pandemia.
Ella perdió a su esposo, Manuel Orlando Fiestas, un albañil de 49 años, quien estuvo hospitalizado 20 días por el virus.
«Hay que vacunarse para no dejar más tristeza en sus hogares y no dejar niños huérfanos”, indicó esta madre de dos hijos, de 6 y 14 años.
En marzo las autoridades peruanas aprobaron una pensión mensual de 55 dólares a los 11,000 niños que perdieron a uno de sus padres por la pandemia.
«Nos golpeó duro»
Dos razones explican la hecatombe causada en el país por la pandemia.
Una, la alta informalidad de la economía y otra, la ineficiencia del sistema sanitario, según expertos.
«La pandemia nos golpeó tan duro en casos y fallecidos por la alta informalidad del país, eso explica por qué una medida como la cuarentena obligatoria de 107 días no se cumplió», dijo el exministro de Salud Óscar Ugarte.
«Antes de la pandemia el empleo informal era de 70%, ahora supera el 80% y es uno de los más altos de la región», subrayó Ugarte.
Indicó que la gente «no cumplió» la cuarentena porque «tenía que trabajar cada día para tener ingresos, lo que no pasó en otros países, donde las empresas siguieron pagando salarios».
«A eso se añade la debilidad del sistema de salud: hubo gente que murió porque no se pudo contener la demanda tan grande en servicios como camas y oxígeno medicinal», expresó Ugarte.
El gobierno quiere inmunizar al 70% de la población mayor de 12 años antes de fin de año.
Más de 14,6 millones recibieron las dos dosis de la vacuna desde febrero, lo que equivale al 52% de 28 millones de habitantes mayores de 12 años.
