MIAMI.- Después del estallido social del pasado 11 de julio, que puso de relieve la proclividad del régimen castrocomunista frente a un pueblo carente de libertades, asociaciones civiles dentro y fuera de la isla avanzan en la organización de un paro nacional en Cuba, que se perfila como lo que podría ser la estocada final a una dictadura que ha traído consigo pobreza y desazón, contrario al bienestar que prometió la llamada ‘revolución’ hace más de seis décadas.
La huelga, que según sus promotores “no tiene una fecha específica, sino muchas fechas”, se viene programando de manera progresiva a través de reuniones entre vecinos que integran “comisiones de trabajo” en diferentes provincias cubanas, con el apoyo decidido del exilio cubano en el sur de la Florida, cuya postura demuestra un “reavivamiento” en su lucha por el retorno de la democracia a la nación insular.
La semana pasada, el sector más representativo del exilio cubano, aglutinado en la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC), presentó un “frente amplio” de apoyo a la realización de la jornada de cese de actividades en el país caribeño, que gobierna una cúpula comunista desde 1959.
Alrededor de 25 representantes de empresas privadas, activistas políticos y sociales, inversionistas, líderes religiosos de diferentes denominaciones, expresos políticos de la dictadura castrista y personalidades de diferentes nacionalidades integran el grupo de respaldo a la anunciada gran manifestación.
Orlando Gutiérrez-Boronat, secretario nacional de la ARC, sostuvo que se trata del “mayor grupo de apoyo” que ha tenido la oposición cubana desde los años 1980, “lo que nos da fortaleza para seguir adelante en los preparativos del paro”.
Más adelante, el exilio cubano celebró el domingo el histórico Grito de Independencia de Yara de 1898 en el Aeropuerto Tamiami-Kendall en Miami-Dade como símbolo de apoyo al paro y una marcha que se anuncia para el 15 de noviembre contra el régimen de Miguel Díaz-Canel.
El activista Gutiérrez-Boronat denunció que el régimen se propone una “militarización” con el fin de “intimidar” la realización del paro impulsado por artistas cubanos, entre quienes destacan el dramaturgo Yunior García, del grupo Archipiélago.
“La idea es movilizar al pueblo sin precisar fechas hasta que llegue el momento de la huelga en general”, puntualizó el destacado líder opositor.
El expreso político cubano Jorge Luis García Pérez ‘Antúnez’ afirmó que el pueblo cubano no salió a las calles el 11 de julio, “ni tampoco lo hará cuando empiece el paro nacional”, a pedir internet, vacunas o alimentos. “Lo que nuestra gente quiere es libertad”, aseguró.
José Troyano, miembro directivo de la Gran Logia Unida de las Antillas, comentó que el llamado es a la “conciencia y al corazón” de los cubanos, inspirados en el apóstol José Martí y “las promesas de Dios en su Palabra”.
El diputado salvadoreño Ricardo Godoy aseveró que el paso más importante durante “62 años de opresión” en la isla “es poner hoy esta lucha en las manos de Dios”.
Por su parte, la presidente de M.A.R por Cuba y directiva de la ARC, Sylvia Iriondo, destacó el papel de la mujer “que lucha por la libertad de nuestros hermanos” y sumó que “las campanas de la libertad redoblan dentro y fuera de la isla”.
El acto multitudinario en las inmediaciones del monumento a la Fuerza Aérea de Liberación de la Brigada 2506 también unió a representantes de diferentes denominaciones religiosas en el Día Nacional de Oración por Cuba, que asimismo se celebró en la isla y en distintos países.
Entretanto, el 11 de octubre aparecieron carteles en apoyo al paro en sitios públicos de tres municipios de La Habana, al cumplirse tres meses de las manifestaciones populares del 11 de julio.
Los carteles fueron pintados sobre paredes de establecimientos estatales para enviar un mensaje a sus trabajadores de unirse a la huelga.
De igual forma, el exilio ha reiterado su llamado a los militares cubanos a sumarse al “levantamiento cívico” iniciado con la protesta del 11 de julio y al propuesto paro nacional.