Todo parece indicar que, desde su muerte, y cada vez que pasan los años ese legado que les quiso dejar a las futuras generaciones es olvidado, pisoteado y burlado. Con la llegada de Rubén Paredes, cerrando medios de comunicación y pidiendo renuncia del Presidente Arístides Royo; hasta el ascenso de Tony Noriega y sus posteriores excesos con el narcotráfico y las reiteradas violaciones a los derechos humanos, la línea que trato de tirar y esperarlos allá en posición de firme se perdió, incluyendo los objetivos intermedios. Y todo con cómplices civiles, que aplaudieron todo eso, con tal de recibir su mesadas y privilegios.
Royo en la despedida diría “Que Omar Torrijos es de esos hombres que no mueren, que seguirá estando con nosotros siempre…” que “.seremos leales a sus principios…”, pero todo eso lo olvidaron, hoy empeñan al país con transnacionales, que vienen a quitarnos lo que tanto nos costó, que era ser soberanos. Defienden contratos leoninos que nuevamente nos amarran a perpetuidad a nuevos amos, antes eran los amos gringuitos, hoy nos están entregando a los amos chinitos. Como cuando Varela quiso entregar amador a China Comunista y ahí recuerdo aquel discurso que en que Omar dijo “Yo visualizo, con ese aire de idealista Fuerte Amador siendo el hogar de 20 mil niños panameños, que juegan por este campo, que juegan por este llano, que se alojen en esas instalaciones, sin el temor de que le digan que su presencia es ilegal…”
En el Cementerio el Coronel Florencio Flores diría “ Le prometo que, junto a sus compañeros de armas, sabremos conducir con honor y dignidad la institución que usted engrandeció tanto que matrimonio para siempre con los nobles intereses de nuestro pueblo”. Parece que esas frases hubiesen sido lapidarias, luego que fue en pocos meses desplazado por Paredes, que, a diferencia de Flores que prefirió mantener el rango ganado de Coronel, se colocó la cuarta estrella y comenzó su mandato, alejado de lo que quería Omar.
Hoy retumban aquellas frases que en cada discurso decía Omar, como golpes o bofetada a la gestión de gobierno, de su partido, comandada, por quien no tiene la misma visión o vocación. Como en Bayano cuando dijo “Ningún interés privado puede privar sobre el interés de la comunidad” que es ver el comportamiento del gobierno actual en el tema de Panamá Ports y las Minera que hoy negocian prorrogas y contratos. Y remata su pensamiento, como si supiera lo que pasa hoy en día, cuando dijo “hay dos cosas fundamentales que debemos saber dirigir y combinar perfectamente: dirigir el país y dirigir el gobierno. Quien dirige el gobierno piensa lo que va a hacer, quien dirige el país, hace lo que pensó”. Agrego yo, que no deja en manos de otros la toma de decisiones.
Cuantos de los que hoy toman decisiones han pensado en lo que pensó Omar o quiso en vida o tan siquiera se acuerdan de él, un día que no fuera el 31 de Julio, el 13 de Febrero o 7 de septiembre. Mas cuando se sientan a negociar en nombre del país y el Estado, en la búsqueda de los mejores intereses de la nación. Ninguno. Acá todos están mirando su interés personal, mientras a la población le sigues dando migajas, para que dependan del gobierno, y no se atrevan a protestar. La pandemia los ha retratado claramente, los desvistió y los puso frente a la población de cuerpo entero. No tiene moral ni dignidad, han hecho negocios con la miseria y el dolor de muchas personas, para justificar medidas que atentan contra las libertades individuales.
En definitiva, Omar no podrá bajar y mucho menos lo reconocerán las actuales generaciones, fue un momento y una visión, que desapareció en el cerro Marta, con el canibalismo que se apodero de los cuarteles, donde despedazaron cada recuerdo y cada ideal. Pudo mas el narcotráfico, la corrupción rampante y los interés personales, de civiles y militares, que hoy día no tienen como sustentar fortunas, ni empresas, sino hubiese sido sacada del erario y aprovechándose de la bondad de un pueblo aguantador como el panameño.
Desde el mas allá, donde la imaginación puede llegar a volar, vemos un Omar, olvidado, un Omar que no tuvo buena semilla, y las pocas que germinaron simplemente defraudaron o dejaron a un lado su lucha para no caer en esa rapiña que fue convertido el Partido Revolucionario Democrático, que perdió norte, sur, este y oeste por mantener el control del país y si era necesario se aliaron con enemigos antagónicos, para mantener una cuota de poder, que llenara los bolsillos insaciables, de los que a punta de bate y manilla, acumularon riquezas.
La única esperanza para los verdaderos seguidores de Omar, y no digo torrijistas, porque hasta el apellido lo desprestigiaron algunos, es esperar que termine en 3 años esta pesadilla de incapacidad, y volver a levantar de las cenizas un partido, que le tocara esperar por lo menos 3 quinquenios para volver al poder. Eso si rezando para que el germen de la corrupción no salga del gobierno y también envuelva a sus sucesores, para poder así engañar nuevamente al pueblo. Porque si no a Omar desde el mas, allá, lo tendrán en el olvido, en el más acá. Así veo las cosas y así las cuento.
