El incidente a bordo de un barco frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos, considerado como un «posible secuestro», concluyó sin daños, anunció el miércoles la agencia británica de seguridad marítima UKMTO, seis días después del mortal ataque a un petrolero en el Golfo.
Las personas que habían subido a bordo «han abandonado el barco», que está «a salvo», y «el incidente ha terminado», dijo la UKMTO (United Kingdom Maritime Trade Operations) en Twitter.
Por su parte, el portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price, confirmó que el «Asphalt Princess» había sido «incautado» por «personal», que más tarde «abandonó» ese barco comercial de bandera panameña.
«Creemos que ese personal era iraní pero no podemos confirmarlo formalmente de momento», agregó ante la prensa. La víspera, había mencionado el «comportamiento belicoso muy preocupante» por parte de Irán en aguas de la región, pero se abstuvo de sacar conclusiones.
El martes, la UKMTO, que forma parte de la Marina británica, había informado de un «posible secuestro» a unas 60 millas náuticas (unos 110 km) del emirato de Fuyaira, miembro de Emiratos Árabes Unidos, un país petrolero del Golfo.
La agencia aconsejó a los barcos que transitan por la zona que tengan «extrema precaución», y la Casa Blanca calificó la situación de «muy preocupante».
Este miércoles, una fuente de seguridad marítima de Omán confirmó haber recibido informaciones según las cuales el barco estuvo implicado «en un incidente de secuestros en aguas internacionales en el golfo de Omán».
La fuerza aérea de la sultanía sobrevuela la zona del incidente, hacia donde fueron enviados también navíos de la marina para «contribuir a garantizar la seguridad de las aguas internacionales en la región», agregó la misma fuente, citada en un comunicado del ministerio de Defensa de Omán.
El barco se dirigía a Sohar –un puerto de la sultanía de Omán (norte)– transportando asfalto y betún, según el sitio web especializado MarineTrafficz.
El sitio web de la revista Lloyd’s List, referencia en el sector, dijo el martes que el barco se dirigía a Irán bajo el control de hombres armados.
El incidente, ocurrido no muy lejos de la desembocadura del estrecho de Ormuz, por el que pasa un tercio del petróleo mundial, se produce tras el ataque del 29 de julio a un petrolero de la compañía de un multimillonario israelí, Eyal Ofer, en el que murieron dos personas, un británico y un rumano.
El petrolero, atacado por «drones explosivos» según Washington, ancló el martes frente a Fuyaira.
Israel, Estados Unidos, Reino Unido y Rumanía acusan a Irán de llevar a cabo el ataque, pero Teherán lo niega y advirtió que tomará represalias contra cualquier «aventurerismo» tras las amenazas de represalias.