Alrededor de 130 casas y otras edificaciones fueron destruidas o dañadas por el alud que arrasó este sábado una zona residencial de Atami, donde dejó un escenario de desolación.
Atami, un balneario al lado de una montaña a unos 90 km al suroeste de Tokio, recibió entre viernes y sábado 313 mm de lluvia en 48 horas, más que el acostumbrado promedio de 242 mm para todo el mes de julio.
Hasta el momento se confirmó la muerte de tres personas, pero se trata de un saldo provisorio.
Una veintena de personas fueron declaradas como desaparecidas, pero los responsables locales aún intentan determinar el paradero de otras decenas de personas que habrían estado en el sector en el momento del desastre.