El número de trabajadores migrantes internacionales se elevó a 169 millones. Se trata de un incremento global de cinco millones en los últimos tres años, según revela un nuevo informe llevado a cabo por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Este segmento de la población representa casi el 5% de la mano de obra mundial y la pandemia ha revelado la precariedad de su situación.
El informe que realiza la OIT a escala global, indica que también aumentó la proporción de trabajadores jóvenes migrantes a 16.8 millones al 2019.
Lo grave de la situación, dice el organismo internacional, es que muchos trabajadores migrantes con frecuencia ocupan empleos temporales, informales o no protegidos, lo cual los expone a un riesgo mayor de inseguridad, despidos y el deterioro de las condiciones de trabajo. La crisis de la Covid-19 ha agravado estas vulnerabilidades, sobre todo para las trabajadoras migrantes, ya que están sobrerrepresentadas en empleos mal remunerados y poco calificados, y tienen un acceso limitado a la protección social y menores oportunidades de acceso a los servicios de apoyo.
Manuela Tomei, Directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT, asegura que la pandemia ha revelado la precariedad de la situación. “Los trabajadores migrantes, con frecuencia, son los primeros en ser despedidos, tienen dificultades para acceder al tratamiento y muchas veces están excluidos de las respuestas políticas nacionales a la Covid-19”.
El reporte del organismo con sede en Ginebra destaca que más de dos terceras partes de los trabajadores migrantes internacionales se concentran en los países de altos ingresos. De los 169 millones de trabajadores migrantes internacionales, 63.8 millones (37.7%) viven en Europa y Asia Central. Otros 43.3 millones (25.6%) viven en las Américas.
Por género, la mayoría de los trabajadores migrantes – 99 millones – son hombres, mientras que 70 millones son mujeres.
La fuerza laboral migrante se concentra en el sector de los servicios críticos de mano de obra local como la asistencia sanitaria, el transporte, la agricultura y el procesamiento de alimentos.
En Panamá, de acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral, entre enero y mayo de este año se han aprobado 10 mil 525 permisos de trabajo a personas extranjeras para que puedan realizar una actividad laboral en el país.