Historia de la Semana Santa II

Tal y como relatábamos en la entrega anterior de La Historia Habla, el Séder de Pésaj (el decir, el procedimiento que la tradición y la Escrituras mandan para celebrar la Pascua judía) consiste en que cada familia organiza una cena la primera noche de la festividad, (las dos primeras noches según el calendario de los judíos de la Diáspora), en la que se consumen ciertos alimentos rituales y durante la cual se relata la historia de la salida de Egipto y la liberación de la esclavitud de los israelitas.

Según la tradición cristiana la noche en la que Jesús fue prendido acababa de celebrar la cena de Pascua con sus apóstoles. La Semana Santa es la sexta y última semana de Cuaresma y en ella se conmemora la entrada de Jesús a Jerusalén el Domingo de Ramos, la Última Cena el Jueves Santo, el Viacrucis, la crucifixión y la muerte el Viernes Santo y la resurrección de Jesús el Domingo de Gloria. El periodo de tiempo entre el atardecer del Jueves Santo hasta el Domingo de Pascua se denomina Triduo Pascual y constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico

Hasta la media tarde del Jueves Santo aún es Tiempo de Cuaresma, a partir de ese momento inicia el Tiempo de Pascua y es ese día cuando se recuerdan la Última Cena de Jesús y la institución de la Eucaristía y del Orden Sacerdotal. El Viernes Santo se medita sobre la pasión y la muerte de Jesús. Ni este día ni el Sábado Santo se celebra la Eucaristía. El Sábado Santo se medita sobre la Soledad de María y por la noche se celebra la Vigilia Pascual en la que se conmemora la resurrección de Jesús. Este es el acto cumbre de la liturgia católica. El Domingo de Pascua finaliza el Triduo Pascual.

San Ambrosio a fines del siglo IV nos habla de un Triduum Sacrum refiriéndose a las etapas del misterio pascual de Jesús, “et passus est, et quievit et resurrexit” quien sufrió, murió y resucitó. San Agustín utilizó una expresión parecida, Sacratissimum Triduum, “crucifixi, sepulti, suscitati”, para indicar los tres días en los cuales Cristo sufrió, murió y fue sepultado y resucitó.

La fecha de la celebración varía entre los meses de marzo y abril. Y ha habido a lo largo de la historia del cristianismo numerosos estudiosos que trataron de elaborar un cómputo, Computus paschalis en latín, de la fecha de Pascua para tratar de aclarar la confusión acerca de cuándo conmemorar la resurrección de Cristo. Antes del siglo III habían surgido grupos de practicantes que utilizaban cálculos propios. En el año 220 Hipólito de Roma fue el primer computista y utilizó una tabla pascual siguiendo un ciclo de 16 años.

Unos años más tarde, hacia el año 260 Anatolio demarcó el ‘ciclo lunar metónico’ de 19 años, siguiendo el principio según el cual el Domingo Pascual es el primer domingo después de la luna llena pascual.

En el concilio de Arlés, en el año 314, se obligó a toda la Cristiandad a celebrar la Pascua el mismo día, y se declaró que la fecha la debería fijar cada año el Papa, que la comunicaría epistolarmente a todas las iglesias con las instrucciones necesarias. Como ustedes pueden comprender, las comunicaciones de aquellos tiempos no permitían que este sistema fuera factible y muchos cristianos no obedecieron este mandato. No fue hasta el primer Concilio de Nicea, en el año 325, donde estableció que la Pascua de Resurrección había de ser celebrada siempre en domingo, cuidando de esta forma que no coincidiese nunca con la Pascua judía. La Pascua judía se realizaba según el calendario lunar independientemente del día de la semana. Este domingo de Pascua ha de ser el siguiente a la primera luna llena de la primavera boreal, si esta fecha cae en domingo, la Pascua se trasladará al domingo siguiente para evitar la coincidencia con la Pascua judía. Así se evitaban paralelismos entre ambas religiones y se ponía distancia entre la nueva secta y la religión de la que provenía. También se estableció que no se podía celebrar la Pascua dos veces en el mismo año, como el año nuevo empezaba en el equinoccio primaveral, se prohibía la celebración de la Pascua antes del equinoccio real, cuando el Sol entra en Aries, este equinoccio cae siempre entre el 19 y el 21 de marzo (aunque, como se sigue el calendario gregoriano las fechas difirieren ligeramente de las fechas astronómicas reales). La Pascua no puede ocurrir antes del 22 de marzo y no puede caer más allá del 25 de abril.

Aún así el cálculo de la Pascua cristiana no se unificó hasta el año 525 con Dionisio el Exiguo, e inclusive después de esta fecha se han seguido realizando distintas tablas para poder hacer el cálculo de la fecha de Pascua cada año, una de las más interesantes en la tabla pascual escrita en caracteres rúnicos hallada en Suecia.

En la Europa renacentista se crearon diversas tablas de cálculo basadas en la regla áurea, por ejemplo, entre otro tipo de cálculos astronómicos y hoy en día se suele calcular la fecha mediante el algoritmo creado por el matemático Gauss. Y por último, para los que quieran ir planeando su Semana Santa del 2022, el Domingo de Ramos caerá el 10 de abril y el 17 de abril será el Domingo de Resurrección.

 

 

 

 

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