? La avicultura a mediana escala, un emprendimiento que se ha convertido en canal para el empoderamiento de las mujeres rurales en Panamá.
? La iniciativa está beneficiando 3,871 a mujeres rurales de 90 comunidades en 34 corregimientos catalogados como vulnerables.
Alrededor de 800 familias de los corregimientos más pobres del país, han encontrado en las granjas avícolas un negocio rentable y sostenible, que les está permitiendo combatir la pobreza.
Sobresale en este aspecto el empoderamiento de las mujeres rurales, pues su rol de liderazgo ha sido fundamental para lograr importantes logros para mejorar su calidad de vida. A través del programa de Redes Territoriales adscrito al Ministerio de Desarrollo Social (Mides) se ha instalado 93 granjas avícolas, que están generando una economía doméstica interesante en los entornos rurales.
Para este ambicioso proyecto, el Banco Mundial de Desarrollo ha invertido 196,719.00 dólares en capacitar y dotar de herramientas a familias de las provincias de Los Santos, Herrera, Veraguas, Coclé y Chiriquí para que desarrollen sus propios emprendimientos.
La iniciativa está beneficiando 3,871 a mujeres rurales de 90 comunidades en 34 corregimientos catalogados como vulnerables. La mayoría de los participantes pertenecen a los programas de transferencias monetarias condicionadas, principalmente de la Red de Oportunidades.
A cada granja (que se compone de hasta 10 familias) se le ha entregado 100 pollos de engorde, alimentos, vitaminas, herramientas y asesoría de técnicos calificados. Los resultados han sido satisfactorios. Al término de siete semanas los pollos alcanzan el peso promedio de cinco libras.
Cada granja o proyecto ha sido capaz de generar ventas por 625.00 dólares que si lo multiplicamos por el total de emprendimiento, refleja un comercio de 58,125.00 dólares a favor de estas familias.
Onelia Peralta, directora de Redes Territoriales, indicó que este año se invertirán 483,129.00 dólares en estos proyectos, lo que permitirá que 1,500 familias de las provincias de Bocas del Toro, Colón, Darién y Panamá Oeste también sean parte de esta esperanzadora iniciativa.
Peralta elogió el proyecto, por las diversas facilidades que presenta. Lo primero es que están en su entorno, esto les permite a las mujeres atender su hogar y desarrollar la actividad sin interrupciones, y lo más importante, es que las impulsa a ser emprendedoras, capaces de mejorar su calidad de vida.
También destacó que estos emprendimientos promueven la seguridad alimentaria en comunidades donde el empleo es limitado.
Peralta expuso que el objetivo de las granjas avícolas apuntan a que los beneficiarios puedan migrar de los programas de transferencias monetarias condicionadas, a emprendimientos rentables.
Lo más interesante de este programa es que se están realizando en las comunidades más vulnerables del país. Ejemplo de esto, los corregimientos de Cerro Viejo y Potrero de Caña en el distrito de Tolé, donde ambos presentan una incidencia de personas en situación de pobreza del 80.9% y 88.7% respectivamente de acuerdo con el índice de Pobreza Multidimensional (IPM-C) a nivel de distritos y corregimientos elaborado por el Gabinete Social del Mides.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y el Desarrollo (FAO) las granjas avícolas son una fuente vital de ingresos para los hogares rurales pobres. La avicultura es en realidad una forma de ahorro seguro, y contribuye a la diversificación de los beneficios. También destaca que el pollo es un ave bajo en grasa y en calorías, con altos niveles de proteínas, lo que lo convierte en un alimento ideal para una buena nutrición.
Con datos de Mides y Fao