? La inseguridad, el profesionalismo y la reestructuración de la institución están entre los retos más apremiantes del nuevo director de la Policía Nacional.
? La Fuerza Pública de la República de Panamá cuenta con más de 26,000 agentes en todo el país.
La imagen de la Policía Nacional se ha desencajado en los últimos mese. La pandemia no ha limitado el aumento en el número de homicidios y que la población siga sintiéndose insegura aún en durante los días de cuarentena.
El nuevo director de la Policía Nacional Gabriel Medina, designado por el presidente Laurentino Cortizo hace algunos días, llega al puesto con una serie de tareas pendientes para transformar y limpiar la imagen de la institución, de la que actualmente una gran cantidad de panameños exige mayor efectividad, y otro tanto le han perdido el respeto.
Temas como la fuga de Ventura Ceballos, la balacera en el Centro Penitenciario La Joya, los abusos policiales en diversas manifestaciones y la creciente inseguridad, son hechos que han contribuido a minar la credibilidad de los panameños en la Policía Nacional.
Para el año 2020 fueron 497 homicidos los resgistrados en Panamá. El confinamiento de la población y otras medidas adoptadas por el gobierno, a través del Ministerio de Salud (Minsa) ante la pandemia de COVID19, no detuvo la ola de crímenes, algunos de ellos de connotación escalofriante e impacto para la población como la masacre del Búnker o los asesinatos en La Espigadilla de Los Santos.
Fueron 17 asesinatos más que en el año 2019 donde se registraron 480. Panamá, San Miguelito, Panamá Oeste y Colón fueron las regiones donde más se reportaron víctimas. Mientras que los meses de enero (65), mayo (56) y julio (50), fueron los meses con la mayor cantidad de homicidios registrados.
El sociólogo Enoch Adames sostiene que el nuevo director de la Policía Nacional debe mirar aspectos tanto a lo interno como fuera de la institución.
A lo interno, indica Adames, primero debe eliminar los valores y patrones de comportamiento propios de un estamento militar, fortaleciendo la orientación profesional de una policía al servicio de la ciudadanía.
Además debe enfocarse en terminar con las funciones privadas de la policía – FISCOI- ya que desnaturaliza el carácter público de la institución y crea espacios de corrupción.
«Poner término con la existencia de clanes cuya beligerancia es la expresión de formas de autonomización de la institución al ser espacio de intereses y conflictos externos. Y a lo externo, proyectar integralidad y servicio a la ciudadanía», agrega el sociólogo.
Jaime Abad ex director de la Policía Técnica Judicial (PTJ), señala dos temas que se deben tratar con urgencia en la Policía Nacional. Primero revisión con miras a eliminar el FISCOI, que surgió con el presidente Ernesto Pérez Balladares y regulado después por la presidenta Mireya Moscoso. «Esto se ha convertido en un sistema al beneficio de la empresa privada»
«El FISCOI es una forma de peculado, toda vez que con recurso humano de la institución, con armas, el uniforme, el radio, incluso el tiempo de servicio de los agentes de policías y oficiales se está protegiendo a negocios privados cuando debiera de ser una agencia de servicio privada la que haga este trabajo. Esto es lo que está generando el famoso no tengo carro, no tengo unidad, porque cuando hay una situación critíca el pie de fuerza de cada cuartel está muy comprometido ya que los compañeros están ofreciendo un servicio de custodia privada», destacó.
Otro reto para Abad, es la revisión del número creciente de Comisionados, Subcomisionados y de Mayores dentro de la Policía Nacional y en las otras entidades de seguridad. «Soy de la opinión que mediante ley, ni siquiera mediante decreto o reglamento interno, se de poner un límite y reducir si fuese posible dentro del pie de fuerza, el número de los oficiales de la Policía Nacional», sostuvo.
Añadió que también se debe revisar la necesidad de eliminar las jubilaciones especiales y ahora más frente a la crisis generada por la pandemia, Panamá no se puede dar el lujo de jubilar con los últimos salarios a una planilla tan alta de oficiales.
Por su parte, Ebrahim Asvat, ex director de la Polícía Nacional manifestó respecto a este tema, que el nuevo director de la institución debe recobrar la confianza y estima de la población que no se siente muy satisfecha con el tema de inseguridad el cual debe ser su objetivo principal.
«Enfrenta muchos retos, debe ganarse la estima de la población. Va a tener que hacer una reestructuración interna. Si hay un cambio en la ley, esa ley debe limitar el número de Comisionados y Subcomisionados, y crear una verdadera jerarquía interna basada en méritos y no solo en años de servicios. Igualmente debe profesionalizar más a sus unidades», resaltó Asvat.
Agregó que en las últimas manifestaciones la Policía Nacional actúa como si no tuviera ningún tipo de adiestramiento para atender el tema de control de multitudes.
El tema de la inseguridad en las calles, es preocupante. «Esas rondas de cinco, seis u ocho policías juntos no tiene ningún sentido. Tener policías a caballos tampoco. Vamos para atrás y no para adelante. Hoy en día, con la tecnología, con las cámaras y con el equipamiento debería ser una policía mucho más profesionalizada y eficiente», indicó.