Las escenas de actos vandálicos, de saqueos a comercios y enfrentamientos con la policía, acompañadas de barricadas ardiendo, se han sucedido desde el martes de la semana pasada en Barcelona, en Madrid y otras ciudades españolas.
La excusa es la detención de Pablo Hasél, de 32 años, un rapero violento y agitador hijo de una rica familia con antecedentes franquistas, condenado a nueve meses de cárcel por enaltecer el terrorismo. La letra de sus canciones no puede ser más explícita: “Te mereces un tiro. Te apuñalaré. Te arrancaré la piel a tiras. Que escondan una bomba mientras come un menú caro. Que le rompan los sesos de un disparo. Mira la bala que tengo preparada que va directo al pecho. Se merece un navajazo en el abdomen y colgarlo en una plaza”.
Tras la detención de Hasél, el líder del partido Unidas Podemos, Pablo Iglesias, actual vicepresidente del gobierno español –cuyas campañas políticas fueron financiadas por el chavismo- llamó a sus simpatizantes a tomarse la calle. Sus voceros en el Congreso español incitaron a la violencia y los enfrentamientos con llamados a “los jóvenes antifascistas a defender la justicia y la libertad de expresión”. Un defensa de la que se hizo eco el dictador venezolano Nicolás Maduro.
Desde que hace 13 meses se estableció la alianza “progresista” (social-comunista) entre Iglesias y el líder socialista Pedro Sánchez, para gobernar España, el país tomó un rumbo peligroso y desestabilizador.
No cabe duda de que los disturbios están planificados por los marxistas que cogobiernan en España con el objetivo de lograr reformas del Estado que orillen a ese país hacia la izquierda radical. La policía ha decomisado manuales en los que se incita a aplicar el terror por el terror y asaltar cuarteles policiales, incendiar bancos, realizar acciones con bombas, sabotajes y cuantos destrozos sean posible.
Iglesias pervierte, con su discurso extremista, la democracia y las instituciones españolas. Ataca la Constitución, las Fuerzas Armadas, los organismos de seguridad del Estado y lesiona la confianza que España necesita generar en la Unión Europea y ante la nueva administración Biden.
Solo hay que esperar que la actual coalición social-comunista que gobierna España salte por los aires y los españoles se libren de la pesadilla que agobia a ese país.