No vamos a entra en juegos de ideologías de izquierdas ni de derechas, sino en temas prácticos y de lo que ha sido los procesos democráticos en el Ecuador, desde la visión de una persona que vivió en ese país, esta casado con una ecuatoriana y trata de ver desde un punto objetivo, como se ha desenvuelto las elecciones presidenciales de este 2021 y el componente intervencionismo o injerencia foránea, de países y organizaciones.
El Ecuador, como me dice un amigo Diplomatico ecuatoriano, tiene como practica de deporte nacional, la protesta y derrocar gobiernos. En un periodo corto, antes de la llegada al gobierno de la denominada Revolución Ciudadana, con Rafael Correa al frente, pasaron 7 presidente, desde la asunción de Abdala Bucaram, contando a muchos vicepresidentes que se encargaron de la Presidencia. (Rosalía Arteaga, Fabian Alarcón, Jamil Mahuad, Gustavo Noboa, Lucio Gutiérrez, Alfredo Palacios)
En el periodo de 2007 al 2017 gobernó Rafael Correa y como anécdota de ese periodo, es que estando en una recepción, creo que de la Embajada China se me acerco un asambleísta de Ambato, para comentarme que al día siguiente se daría una situación de descontento de la Policia, contra el gobierno de Correa. Como no había escuchado nada antes, no le preste poca atención y al día siguiente, 30 de Septiembre se dio aquella situación, que culmino con fallecidos y una intentona de supuesto golpe, que la derecha no supo articular. Lo cierto es que desde antes ciertos sectores ya sabían lo que pasaría aun cuando lo negarian.
Luego de pasar una reforma constitucional, el propio Rafael Correa se autoexcluye de ser candidato y decide apoyar a quien fue su vicepresidente, Lenin Moreno y lo logra sacar como Presidente en segunda vuelta, contra Guillermo Lasso, el eterno candidato de la derecha empresarial guayaquileña. Pero lo que no paso por la mente de Correa, era los resentimientos o pensamientos de Lenin Moreno, que por arte de magia cambiaron en contra de su mentor. Es una radiografía de lo que sucedió con Juan Carlos Varela y Ricardo Martinelli en Panamá, donde se desato una cacería, judicial basado en muchos hechos reales y otros tanto creados, y una justicia parcializada, que hasta el termino de su periodo solapadamente no lo incluía en el caso Odebretch. En Ecuador se ventilo un caso, denominado los INA papers, que involucraba, supuestamente a Lenin Moreno y no se ha sabido nada de eso.
Ahora en unas nuevas elecciones, Rafael Correa, condenado por actos de corrupción e inhabilitado, se mete la mano en su chistera y se saca otro candidato, esta vez mucho más joven y quizás inexperimentado, para endosarle ese caudal político que nadie puede regatearle. Correa aun con campañas mediáticas en contra y la distancia, desde la Bélgica de su esposa, mantiene mucho contacto con sus bases y además existe un sector que bien o mal, es agradecido de su gestión de gobierno, que abrio caminos y construyo escuelas y hospitales. A un alto precio resaltan sus detractores, pero el de a pie, que no conoce de macroeconomía, ve lo que puede tocar y siente lo que puede hablar.
La Organización de Estados Americanos, como es costumbre despliega una delegación de observadores, colocando como cabeza de equipo a Isabel St Malo, que trae como carta de presentación, haber sido Canciller y Vicepresidenta de Panamá, pero de quien pesaban muchos cuestionamientos a nivel interno, por su acciones en el caso de Taiwán, barro blanco, los Panamá Papers y la indefensión de panameños que publica y mundialmente hizo constar en medios, cuando se dio el caso de los hermanos Waked. Credenciales poco halagadoras, para observar un sistema complejo de elecciones como las ecuatorianas y que al momento han sido cómplices silenciosos de un manejo no tan transparente.
Ya en elecciones, y contra encuestas financiadas por la derecha y la injerencia de la Republica de Colombia con noticias que buscaban perjudicar a Rafael Correa, Andrea Arauz del correísmo se alza fácilmente en la primera vuelta, con casi 13 puntos de diferencias de sus segundos seguidores, no logro ese 40% anhelado, que le hubiese permitido pasar en primera vuelta. Pero como lo importante es quien le gana a Correa y su candidato, el Consejo Nacional Electoral, en algo poco visto se presto para ser sede de acuerdos entre dos candidatos que disputan el segundo lugar, para poder pasar a la segunda vuelta. Yaku Pérez representando a los sectores indígenas con una sorprende votación, mantuvo la ventaja al candidato del empresariado, Guillermo Lasso, quien de pronto logro superarlo al final, provocando descontento en los grupos indígenas que cantaban fraude.
Aun cuando hay un ganador, el Consejo Electoral, esperara un supuesto reconteo de votos entre los dos segundos lugares, pero sin tomar en cuenta al resto de los 16 candidatos, restándole transparencia a ese nuevo conteo, Mientras la OEA como cómplice patrocina ese tipo de alianza, para fortalecer una candidatura que derrote a Correa, y no que vea por los problemas de fondo del Ecuador, que es la falta de empleo, educación y salud para la población. Lo que se puede pronosticar es que el sector empresarial y su candidato Guillermo Lasso se impondrán en un reconteo y eso traerá protestas en Quito del grupo de Yaku Pérez, que desde ya anuncia movilizaciones. Y lo que será peor es que no podrán consolidar ese voto anti-Correa, para ganarle a Arauz en la segunda vuelta, a quien le tocara batallar contra la injerencia que lleva el Fiscal General de Colombia, en contubernio con su colega ecuatoriana.
Así veo las cosas y así las cuento.