La Organización Mundial de la Salud (OMS), manifestó hoy que el acceso desigual a una vacuna contra la COVID-19 no solo será un fracaso moral, sino, también económico.
Tedros Adhamon Ghebreyesus, director del organismo de las Naciones Unidas, en conferencia virtual, refirió dos nuevos estudios.
Una nueva proyección de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), confirma el impacto masivo que sufrieron los mercados laborales en el mundo.
La OIT encontró que el 8,8% de las horas de trabajo globales se perdieron el año pasado, lo que resultó en una disminución de los ingresos laborales globales equivalente a 3,7 billones de dólares.
Nuevo informe de @OITnoticias evalúa los efectos de la crisis por #COVID19 y las cifras son desalentadoras. El 2020 se perdió el 8,8% de las horas de trabajo a escala mundial, equivalentes a 255 millones de empleos a tiempo completo.
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— OIT (@OITnoticias) January 25, 2021
El estudio que hace una minuciosa revisión de la situación laboral en el mundo y por regiones, proyecta que, a partir de la segunda mitad de este año, los países se recobrarán. Sin embargo, esta recuperación puede ser desigual y lenta.
El organismo, recomienda apoyar a los países de bajos y medianos ingresos en el inicio de la vacunación para impulsar la recuperación económica y del empleo.
El segundo estudio, fue encargado por la Fundación de Investigación de la Cámara de Comercio Internacional, y presenta un sólido caso económico para la equidad de las vacunas.
El informe “ha descubierto que la economía mundial puede perder hasta 9,2 billones de dólares si los gobiernos no garantizan el acceso de las economías en desarrollo a las vacunas COVID-19”, y la mitad recaería en las economías ricas, es decir, 4,5 billones.
En contraste, el estudio demuestra que con “una inversión de 27,200 millones de dólares por parte de las economías avanzadas – el actual déficit de fondos para capitalizar completamente ACT Accelerator y su pilar de vacunas COVAX – es capaz de generar retornos de hasta 166 veces la inversión”.
“Mientras hablamos, los países ricos están lanzando vacunas, mientras que los países menos desarrollados del mundo miran y esperan”, afirmó Tedros, acotando que el resultado de la investigación de la Fundación de Investigación de la Cámara de Comercio Internacional “muestra un fracaso económico potencialmente catastrófico”.
En tanto, destacó que el progreso realizado por ACT Accelerator es un signo de solidaridad en la lucha contra este virus.
La COVID-19 impacta masivamente a los mercados laborales
La OIT confirmó el impacto masivo que sufrieron los mercados laborales en 2020. Las últimas cifras muestran que el 8,8% de las horas de trabajo mundiales se perdieron durante todo el año pasado, en relación con el cuarto trimestre de 2019.
Lo que equivale a 255 millones de puestos de trabajo a tiempo completo. Esto es aproximadamente cuatro veces mayor que el número perdido durante la crisis financiera mundial de 2009.
Estas horas de trabajo perdidas se explican por la reducción de las horas de trabajo de los ocupados o por niveles «sin precedentes» de pérdida de empleo, que afectan a 114 millones de personas.
Significativamente, el 71% de estas pérdidas de empleo, o sea 81 millones de personas, se produjo en forma de inactividad, en lugar de desempleo.
Esto significa que las personas abandonaron el mercado laboral porque no podían trabajar, tal vez debido a restricciones pandémicas, o simplemente dejaron de buscar para el trabajo.
Observar solo el desempleo subestima drásticamente el impacto de COVID-19 en el mercado laboral, afirma el organismo.
América, el continente más afectado
América es la región más afectada por la crisis de COVID-19, registrando una pérdida total de horas de trabajo del 13,7% durante 2020.
La región, América Latina y el Caribe registró la mayor pérdida, con un 16,2%.
Las pérdidas de horas de trabajo de los dos los países más grandes de América Latina y el Caribe, Brasil y México, se estiman en un 15,0 y un 12,5 por ciento, respectivamente.
En América del Norte, se estima que la pérdida ha sido menor, del 9,2%. Canadá y Estados Unidos
Estos estados presentan disminuciones estimadas muy similares de 9,2 y 9,3 por ciento, respectivamente.