Dos hechos en esta misma semana han puesto en primer plano, la importancia de las redes sociales y su óptimo manejo en plena era tecnológica.
Uno de ellos es el propio Papa, Su Santidad, el Vicario de Cristo, el representante de la iglesia universal con sede en el Estado Vaticano, Roma. El otro Julio Shebelut, el. Comentarista Deportivo, El Gran Shebe.
Las redes sociales, llámele su Whats App, su Twitter, su Facebook, su Instagram, o su Tik Tok, son una extensión de ud mismo, de su personalidad, de su carácter, de lo que ud representa. Al menos lo sienten y lo piensan, la gran mayoría de las personas. Si ud no tiene claro eso, le recomiendo no las use.
En el caso de Su Santidad, Francisco, el incidente ocurre cuando la instagramer brasilera, Natalia Garibotto, cuelga una foto muy voluptuosa y sexy, exhibiendo su trasero. Según parte de la audiencia «el Papa le dio like». Jooo y el mundo casi se viene abajo.
Nosotros creemos que fue uno de los Community Manager o CM del Papa y no el Papa. Nuestra recomendación para los CM, es que no tengan la cuenta que manejan profesionalmente, en el mismo celular o tablet que usan de manera personal. Así evitarán un desastre de Relaciones Públicas con el consecuente Manejo de Crisis, de una manera innecesaria.
Profesionalismo y responsabilidad es lo que se requiere, ser CM no es un trabajo cualquiera. Imagínese el Papa en boca de medio mundo por un «like» que se chispoteó. A alguien se le fue. A ocurrido con Presidentes, con ministros, con empresas y hasta las cuentas de instituciones. Hay que ser muy cuidadoso y en todo momento, profesional.
El otro incidente reciente, Julio Shebelut. Otro periodista deportivo lo puyá en Twitter, Shebe responde con la misma fórmula pero con una cuarta más y para la «hermana». Hay que reconocer que le dieron una tunda a Shebe. Merecida o inmerecida, en otra ocasión entraremos al fondo de ese otro tema, pero lo cierto es que le costó el trabajo.
Shebelut pidió perdón por el tweet y reconoció su error, aún así lo lapidaron y fueron varios los que pidieron su cabeza. Esto en particular, nos demuestra que si bien estamos al tanto de las redes sociales, como una extensión de nosotros mismos, a veces nos olvidamos de su alcance y de su efecto multiplicador, sea para bien o para mal.
Ambos incidentes, tienen mucho que enseñarnos y nosotros todavía mucho que aprender de todas esas experiencias. De allí la importancia de las redes sociales y su buen manejo. Sigamos navegando.