El dictador Nicolás Maduro no deja de sorprender. Un país sin comida, sin medicinas, sin servicios básicos, sin gasolina y en pobreza extrema, se despertó este fin de semana con la noticia del decreto que adelantó en dos meses el inicio de la Navidad 2020.
El anuncio de Maduro produjo la inmediata reacción de muchos venezolanos. Por las redes sociales aseguraron que éste no era un buen momento para adelantar la Navidad sino para responder por el largo calvario que atraviesa ese país sudamericano.
“Navidad secuestrados sin luz ni gasolina ni gas ni agua ni moneda ni comida y para rematar sin asistencia médica quirúrgica hospitalaria, pero si hay Navidad. Aberración sin precedente”, escribió la líder opositora Maria Corina Machado en su cuenta de tuiter.
El régimen cree que decretando la Navidad se va a hacer la magia de la Navidad en un pueblo hambriento.
Otro de los anuncios que se dieron, es que Venezuela reabrirá sus espacios turísticos “paulatinamente” a partir de diciembre bajo protocolos de bioseguridad contra el covid-19, tras registrarse en el país una “tendencia sostenida” de disminución de contagios, anunció Maduro.
El régimen pretende dar una ambiente de normalidad cuando se desconocen las cifras reales de la pandemia en un país de 30 millones de habitantes, que ha reportado solo 85,000 contagiados y 714 fallecidos.
Organizaciones como Human Rights Watch, no obstante, cuestionan los balances oficiales por considerarlos poco creíbles.
Previo a la llegada de la covid-19 a Venezuela, a mediados de marzo, cuando se decretó una cuarentena nacional aún vigente con ciertas flexibilizaciones, el turismo prácticamente había desaparecido.
Túneles para escapar
En ese contexto, la directora del Instituto Casla, Tamara Suju, dijo la semana pasada al diario español ABC que desde la época de Hugo Chávez (1999-2013) el régimen se ha preparado para enfrentar una eventual conflagración bélica con la construcción de túneles para proteger al alto mando militar tanto en Caracas como en las guarniciones castrenses en toda Venezuela.
En unos vídeos e imágenes que publicó Suju en sus redes sociales se detallan las características de un búnker subterráneo en “la 14 Brigada de Infantería Mecanizada en Barquisimeto, estado Lara, con medidas de 157 metros de largo y a ocho metros bajo tierra”.
Se estima que los túneles tienen unos 17 kilómetros de extensión bajo tierra para la protección o escape de las principales figuras del régimen chavista. Servirían también para ocultar armamento, dólares y oro que el régimen de Maduro ha sustraído de las instituciones.
La red subterránea tendría conexión con las residencias donde se alojan Maduro y su familia en el Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de Defensa, y las 14 casas cerradas en la calle Tacarigua de urbanización Cumbres de Curumo, al sur de Caracas.
Suju también afirmó a ABC que la construcción del túnel de la Brigada de Infantería de Barquisimeto concluyó en 2016 y que no sabe cuántos túneles de este tipo fueron construidos en todo el país.
“Lo que sí sé es que hay algunos abandonados porque los jefes militares, oficiales y generales a cargo, se robaron el dinero, vendiendo el acero y el cemento para construirlos”, afirmó.
Igualmente confirmó que “hay otros túneles ubicados en Fuerte Tiuna, en la Comandancia General del Ejército, en el Batallón Caracas, en la Urbanización Villa Alba donde se alojan los cubanos y debajo del Cuerpo de Infantería”.
Precisamente el Instituto Casla, un organismo de derechos humanos con sede en Polonia, informó el año pasado sobre la participación de los 25,000 agentes cubanos que controlan el ejército y los cuerpos de seguridad en los casos de tortura y asesinatos que cometen las fuerzas de seguridad y las bandas paramilitares de Maduro contra sus opositores.
Los cubanos que actúan como parásitos del régimen chavista han entrenado a los torturadores y supervisan esas acciones que han sido calificadas como crímenes de lesa humanidad.
Un informe de la ONU documentó hace un mes violaciones desde el 2014 por parte del Estado venezolano que constituyen crímenes de lesa humanidad, perpetrados por las fuerzas de seguridad del Estado y los servicios de inteligencia tanto civiles como militares.
Documentó ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, torturas con descargas eléctricas, asfixia con sustancias tóxicas, cortes y mutilaciones, uso de drogas para lograr confesiones y violaciones sexuales y de género.
El informe coloca a Maduro en el nivel de las peores dictaduras del pasado y en algún momento deberá enfrentar tribunales internacionales porque los crímenes de lesa humanidad no expiran.
Amenaza para vecinos
“Imagínese una Venezuela de prosperidad, sin pobreza, creando oportunidades económicas en lugar de amenazas para sus vecinos”. Así lo escribió Michael Kozak, subsecretario de Estado de Estados Unidos para Occidente.
Kozak sostuvo que desde la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) continuarán impulsando un cambio político en Venezuela. “Seguiremos trabajando para restaurar la democracia en Venezuela”, dijo en tuiter.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, prometió enfrentar a los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela en la reunión de la OEA, el próximo 20 y el 21 de octubre.
“Será un buen momento para enfrentar a los regímenes del hemisferio occidental como Cuba, Nicaragua y Venezuela que reprimen a sus pueblos y desafían la Carta Democrática Interamericana”, dijo.
La situación de Venezuela y Nicaragua, los desafíos para la seguridad alimentaria y nutricional en las Américas frente a la pandemia del covid-19 y el impulso a la respuesta hemisférica al cambio climático en el contexto de la pandemia, serán los temas que tratara el organismo continental.