La pandemia apuró el proceso de digitalización que se venía desarrollando en el país en un sinnúmero de actividades entre las que destacan la educación, el trabajo y las compras. A ello hemos de sumar que ya la revolución digital criolla destacaba en el vigoroso sector bancario y el de logística.
Los conceptos de teletrabajo, educación virtual y e-comerce se han instalado en el lenguaje nacional y anuncian, en opinión de muchos, la integración del país a la carrera tecnológica.
Que el país inicie su andar en el aprovechamiento y uso intensivo de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) viene aparejado con oportunidades inimaginables para todos, pero también con aspectos que, si no son atendidos a tiempo, pueden convertirse en dolores de cabeza para quienes dependen de la tecnología en sus actividades diarias.
Según la empresa global de soluciones de ciberseguridad, Fortinet, Panamá se encuentra entre los diez países latinoamericanos con más ciberataques detectados. Durante el 2019 se detectaron en América Latina y el Caribe 85 billones de intentos de ciberataques; de los cuales 3.9 billones se registraron en nuestro país. Eso corresponde a 11 millones de intentos por día, la mayoría dirigido contra el sector bancario con la intención de entrar en sus redes, obtener información financiera y robar dinero.
Ante este sombrío panorama, el tema de la ciberseguridad surge como un elemento crucial para el país. El cibercrimen es una de las mayores amenazas a nivel mundial y los datos revelan que, en Panamá, evoluciona de manera alarmante atraído por los beneficios que puede obtener de una de las economías más pujantes de la región.
Se impone la urgencia de establecer y delinear políticas de seguridad online y convertir el problema en una oportunidad para el desarrollo y formación de profesionales en el mencionado campo. Este es un segmento con mucho potencial laboral que solo requiere del esfuerzo coordinado del estado, las instituciones educativas y la empresa privada para la formación de la mano de obra idónea.
Para el 2022, según voces expertas, en el área de la ciberseguridad se va a necesitar entre 2 y 4 millones de profesionales en el mundo, de los cuales 600 mil serán requeridos en Latinoamérica.
¡He ahí una gran oportunidad!