Centroamérica batalla con débiles sistemas sanitarios y pobreza por pandemia de COVID-19

Foto: Xinhua

La crisis generada por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) aumenta la economía informal y la pobreza en Centroamérica, mientras el avance de la pandemia en la región amenaza los débiles sistemas de salud de algunos países, dijeron a Xinhua expertas.

La economista salvadoreña, Julia Evelyn Martínez, señaló que la pérdida de empleos en la región ha llevado a más personas al autoempleo o ambulantaje principalmente en Guatemala, Honduras y El Salvador, donde las tasas de informalidad rondaban hasta el 70 por ciento antes de la pandemia.

El panorama era desalentador tras las restricciones impuestas en marzo para evitar los contagios, pues el Banco Interamericano de Desarrollo proyectó que este año se podrían perder 274.000 empleos formales en Guatemala, 130.000, en Honduras, y 70.000 en El Salvador.

Martínez explicó que la pandemia golpeó en un momento en que la región con 50 millones de habitantes, una de las más pobres y desiguales de América, enfrentaba una crisis multidimensional por un estancamiento económico, deterioro de finanzas públicas y desempleo.

«La aprobación de medidas de contención para evitar el contagio del COVID-19 ha agregado un mayor deterioro en las condiciones de bienestar de las familias centroamericanas», apuntó la profesora de la Universidad Centroamericana «José Simeón Cañas» (UCA) de El Salvador.

En Guatemala, la segunda nación de Centroamérica más afectada por la pandemia con 61.428 casos y 2.341 decesos, las mujeres sin ingresos ondean banderas blancas en las calles para suplicar por dinero o comida, en escenas que se repiten en la capital del país con 60 por ciento de población en pobreza.

Mientras, en Honduras, con 48 por ciento de la población en pobreza, algunas familias de comerciantes informales de San Pedro Sula cazaban garrobos (iguanas) para alimentarse porque su ingreso se esfumó por el confinamiento en el país, que sumaba 49.467 contagios y 1.548 muertes.

En El Salvador, con más de 22.314 casos y 595 fallecimientos, se multiplicó la venta de alimentos a domicilio en San Salvador porque prestadores de servicios que perdieron su clientela y trabajadores que quedaron desempleados convirtieron sus cocinas en pequeños negocios.

Martínez subrayó que la Comisión Económica para América Latina pronosticó que el número de pobres crecerá este año en toda Centroamérica, con El Salvador como el país con un mayor incremento porque se prevé que sea de 6,5 por ciento.

A la precariedad laboral y encarecimiento de los alimentos se sumaba la caída de remesas, principalmente desde Estados Unidos, el país más golpeado por la pandemia, indicó.

La experta de la UCA recordó que el aumento de la pobreza afecta más a mujeres y grupos de indígenas y afrodescendientes, que son los que viven en condiciones más vulnerables.

La región rebasó el viernes los 237.000 casos acumulados, una cifra 183 por ciento mayor a los 83.000 contagios que sus siete países reportaban hasta el 1 de julio, mientras que los decesos se triplicaron al pasar de 2.100 a 6.500 en el mismo lapso, según cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Panamá, el país de Centroamérica con más casos, reportó hasta este sábado 79.402 contagios y 1.734 muertes, con lo cual se ubicó como la segunda nación de América con más infectados por cada 100.000 habitantes, sólo detrás de Chile y por encima de Estados Unidos y Brasil.

El país, donde la pandemia ha golpeado con fuerza en barrios pobres de la ciudad de Panamá, reportó junto a Guatemala días con más de 1.000 nuevos casos de manera frecuente durante el lapso, en tanto que Costa Rica registraba hasta el momento 26.931 contagios y 281 muertos.

«Observamos un aumento de casos en América Central, donde esta semana Belice notificó su número más alto de casos nuevos de COVID-19», señaló la directora de la OPS, Carissa Etienne, el martes en su conferencia semanal.

Por su parte, la presidenta de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas, Nancy Sandoval, consideró que la región carece de una red de atención de salud con capacidad para responder las proyecciones de contagiados y pacientes críticos por la pandemia.

La flexibilización gradual de las restricciones supondrá un aumento de casos, por lo que se requiere de más personal médico, camas y pruebas para una detección oportuna, indicó la infectóloga.

Sandoval mencionó que Guatemala y Honduras tienen menos de un médico por cada 1.000 habitantes, mientras que en El Salvador y Panamá el indicador es de 1,6 médicos.

Ante la escalada en la región, funcionarios o médicos en Guatemala, Panamá, El Salvador y Honduras reportaron en julio hospitales llenos o con atención rebasada por contagiados o personas con síntomas, según la prensa.

Comparte esta Noticia
Escribir Comentario