Con la pandemia por COVID19 afectando a casi todos los países del mundo. Más de 200 vacunas se están procesando para lograr una alta efectivad contra este virus que ya ha matado a más de 580,000 personas.
Una de esas vacunas que ha tenido importantes avances y podría convertirse en un medicamento efectivo para atacar la enfermedad del nuevo coronavirus es la creada en el Instituto de Investigaciones de Epidemiología y Microbiología Gamaleya y cuyos procesos de pruebas los está efectuando el Instituto de parasitología médica y enfermedades tropicales y transmitidas por vectores, perteneciente a la Universidad Estatal Médica de Moscú Séchenov que logrado resultados positivos y seguros.
Según expertos de la Universidad Estatal de Moscú los ensayos clínicos de la vacuna han resultado positivos y exitosos. Los ensayos se han realizado con un grupo de voluntarios e iniciaron el 18 de junio en la Universidad Séchenov.
Un especialista del centro de estudios informó que «en esta etapa se ha demostrado la seguridad de esta vacuna», la misma que corresponde con el nivel de seguridad «de las vacunas que actualmente están en el mercado».
Con estos ensayos se buscaba evaluar los efectos de la vacuna contra el virus. Creada de forma artificial sin ningún elemento del coronavirus en su composición, «la vacuna está en forma liofilizada y representa un polvo para preparar una disolución administrada por vía intravenosa», publicó la agencia RT.
Para este proceso participaron 38 voluntarios. «Algunos de ellos presentaban reacciones posvacunales durante las primeras horas después de la inyección, como un ligero aumento de la temperatura y dolores de cabeza, entre otras, que desaparecieron por sí solas durante el día», indicó la universidad.
El primer grupo de voluntarios que probó el invento fue dado de alta el día de ayer 15 y el segundo grupo el día 20 de julio, de manera que los expertos puedan seguir vigilando su respuesta inmune.
«Para los ensayos clínicos, todos habían pasado por una revisión médica exhaustiva, incluyendo una prueba para determinar la ausencia de anticuerpos del coronavirus, y habían sido aislados por dos semanas antes de la inyección de la vacuna experimental y el inicio de la investigación. Su estado de salud será monitorizado durante seis meses después del alta médica»