En una crisis política, económica y social como que la que encuentra a Venezuela este 5 de julio en su nuevo aniversario su independencia nacional, “la paciencia es finita, la esperanza pone límites y la confianza se desgasta”, comentó el diario caraqueño El Nacional.
La realidad es que los venezolanos dentro del país y los cinco millones de refugiados que forman parte de la mayor diáspora que ha conocido el continente americano, no tienen nada que celebrar de las efemérides de aquel glorioso 5 de julio de 1811. Pero tampoco puede hacerlo el régimen de Nicolás Maduro.
En la víspera del 209 aniversario de la efeméride, Maduro decidió nombrar un Consejo Nacional Electoral a su medida e inhabilitar a partidos políticos opositores para unas elecciones parlamentarias en diciembre, lo que de inmediato recibió el repudio mundial, incluidos la Organización de Estados Americanos, Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y la alta comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la expresidenta chilena Michelle Bachellet.
Además un juez británico decidió a favor del presidente encargado Juan Guaido, reconocido por 60 de las democracias más representativas del planeta, como administrador de las 31 toneladas de oro venezolano valorado en $1,000 millones depositado en el Banco de Inglaterra.
El régimen de Maduro, además, tuvo que dar marcha atrás al anuncio de la expulsión de la embajadora del bloque de 27 países europeos ante la contundente reacción de Bruselas de actuar en reciprocidad.
Después de aplicar un torniquete a los recursos de la antes poderosa PDVSA y las exportaciones de las exiguas facturas petroleras –cuya extracción cayo de tres millones a 470,000 barriles diarios- Washington puso precio a la cabeza de Maduro por dirigir uno de los carteles de drogas más letales de la región y ofreció $15 millones por su captura. Simultáneamente lanzó la más grande operación antinarcóticos conocida en el Caribe para bloquear los avances de las bandas criminales que operan desde territorio venezolano.
Los altos funcionarios del chavismo siguen siendo objeto de sanciones internacionales y personas tan cercanas al régimen de Caracas como el colombiano Alex Saab enfrentan un inminente proceso de extradición a Estados Unidos desde Cabo Verde, la pequeña nación insular africana.
Para Washington es claro que Saab es la ruta para llegar a las fortunas ocultas e ilícitas de las principales figuras del régimen de Maduro y el movimiento de oro y dólares entre Irán, Rusia y Turquía.
Todo eso indica que actualmente Maduro está más debilitado que cuando en enero del 2019 Guaidó fue proclamado por la Asamblea Nacional como presidente encargado de Venezuela.
Segunda independencia
El proceso de independencia de Venezuela fue sumamente difícil y complejo. Se fraguó desde 1808 culminando el 5 de julio de 1811 con la firma del Acta de Declaración de la Independencia de España. Sin embargo, el 25 de julio de 1812, el ejército imperial retomó el poder, restaurando su control sobre el territorio venezolano. Un año más tarde, en agosto de 1813, Simón Bolívar retomó el control de Caracas, dando origen a 16 meses de sangrientas batallas que se saldaron con la derrota de los patriotas.
Los enfrentamientos armados se reanudaron en 1817 y se prolongarían hasta finales de 1819, cuando Venezuela se unió a la llamada Gran Colombia, formada por lo que es actualmente Colombia y Ecuador, para derrotar al imperio español que firmó un cese de las hostilidades en noviembre de 1820. Sin embargo, el imperio español no estaba dispuesto a desprenderse de tan extenso y rico territorio. En 1821, en la famosa batalla de Carabobo, es aplastado definitivamente.
Parafraseando la declaración de independencia del 5 de julio de 1811, la oposición venezolana destacó que “no podemos ni debemos conservar los lazos que nos ligaban al régimen de Maduro, y que, como todos los pueblos del mundo, estamos libres y autorizados para no depender de otra autoridad que la nuestra”.
“El 5 de julio no es solamente una declaración de independencia, significa un llamamiento a la República, una conquista de derechos, una exaltación inequívoca de la soberanía popular, un cambio de la historia, el pronunciamiento singular de una Nación que no puede existir sin ser libre”, editorializó, por su parte, el diario venezolano El Universal.
El movimiento estudiantil también entró en escena y exhibió este domingo diferentes pancartas en varias zonas de Caracas y del estado Miranda por el Día de la Independencia en Venezuela.
“Independencia es elecciones libres” y “cuando la tiranía es ley, rebelarse es un derecho”, fueron algunos de los mensajes escritos en los carteles.
Por otro lado bajo la consigna: “¡Abajo la tiranía, viva la libertad!”, las fuerzas políticas democráticas de Venezuela, junto a Guaidó, diputados, militantes de organizaciones políticas, y sociedad civil protagonizaron un encuentro con más de 15,000 personas dentro y fuera del país a través de la plataforma Zoom.
Contó con la participación de los coordinadores nacionales y jefes de fracción parlamentaria de los partidos políticos Voluntad Popular, Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Causa R, Frente Amplio de Venezuela y Encuentro Ciudadano.
Fue sorpresiva la participación de Leopoldo López, coordinador nacional de Voluntad Popular, quien apeló a lograr la segunda independencia a través de la determinación, espíritu de rebeldía y unidad cohesionada y fuerte de todos los venezolanos.
“Hoy estamos enfrentados a un desafío histórico, a la obligación de construir la ruta hacia la segunda independencia, que nos permite ser verdaderamente una patria libre y soberana, que pueda conquistar sus sueños, sin interferencias extranjeras, pero también, sin corrupción, terrorismo, violencia y persecución”, expresó.
El régimen venezolano ha convertido la celebración de la independencia en una efemérides de la Día de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FAN).
En ese contexto, Maduro aprovechó la ocasión para ascender a 18 nuevos generales de división y 34 generales de brigada a puestos estratégicos en la FAN como una forma de mantener el respaldo del organismo castrense, el verdadero soporte del poder.
Respaldo total de Trump
El presidente Donald Trump afirmó este domingo que su gobierno “siempre estará en contra del socialismo” y señaló que espera que Venezuela logre su “independencia verdadera”.
“Hoy por el 209 aniversario de la Declaración de Independencia de Venezuela, Estados Unidos reafirma su solidaridad con el pueblo de Venezuela”, dijo el mandatario en un comunicado publicado por la Casa Blanca.
“El pueblo venezolano está sufriendo bajo un régimen ilegítimo y tirano que intenta destruir las instituciones democráticas, abusar de los derechos humanos, implicarse en una corrupción desenfrenada y explotar la peor crisis económica y humanitaria de la historia reciente”, destacó.
Manifestó esperanzas de que “a través de su perseverancia y coraje, Venezuela logrará la independencia verdadera”.
Horas antes el secretario de Estado, Mike Pompeo, reiteró el “permanente” apoyo de Washington a Guaidó y a la Asamblea Nacional democráticamente electa, así como a todos los venezolanos.
“Hoy, las personas de Venezuela llevan el espíritu de Simón Bolívar mientras buscan una transición democrática de un régimen autoritario instigado por infiltrados extranjeros nefastos que permiten la represión y la corrupción”, dijo Pompeo en un comunicado.
“Cada día que los venezolanos defienden sus derechos les acerca un día más hacia una celebración de la independencia verdadera”, puntualizó. “Continuamos comprometidos en apoyar la paz en Venezuela, una transición democrática y unas elecciones parlamentarias libres y justas”, añadió.
Entrevista a Guaidó
En una extensa entrevista con El Nacional, publicado este domingo, Guaidó afirmó que con la amañada convocatoria a elecciones legislativas el 6 de diciembre “la dictadura trata de recobrar legitimidad o quitársela a la Asamblea Nacional que yo presido y por la cual el mundo me dice presidente encargado”.
“La dictadura quiere hacerle ver al mundo que ellos quieren ir a elecciones. El mundo no se come ese cuento. Es una farsa que no cumple con nuestros postulados de elecciones libres, elecciones justas y elecciones verificables”, subrayó.
Planteó que, por el contrario, su estrategia abarca la posibilidad de una transición con el respaldo, incluso, de algunos cercanos a la dictadura, como el caso de militares. “Hemos ofrecido un gobierno de emergencia nacional con garantías para todos los sectores”.
La pandemia del coronavirus -que según cifras cuestionados la contagiado a 6,750 venezolanos y causado la muerte a 62- ha frenada las manifestaciones, además de la creciente represión del régimen. Según Human Rights Watch, 357 venezolanos han sido asesinados por las fuerzas de seguridad en los primeros tres meses del este año y la ONG venezolana Cofavic ha registrado 11,300 ejecuciones extrajudiciales desde el 2012 hasta marzo pasado.
Estado fallido
Guaidó opinó que Maduro convirtió a Venezuela en un Estado fallido que tiene vinculación con el narcotráfico, con el terrorismo y que utiliza los pocos recursos que le quedan para oprimir a los que se levantan para luchar por sus derechos elementales como son el agua, la electricidad, la salud, los insumos médicos y la comida.
En contraste, afirmó que “nosotros tenemos mil veces más base diplomática y a ellos lo que se les ocurre es aliarse con Irán, el enemigo del planeta”.
“De nosotros ha dependido buscar los reconocimientos, reunirnos con los presidentes del mundo, la vinculación directa para aprehender a los testaferros, a los violadores de derechos humanos, a los corruptos para que no se queden con el dinero de Venezuela”, señaló el presidente encargado.
En el caso de Cuba reconoció que hay un interés geopolítico y debe ser abordado con responsabilidad hemisférica. Acusó a La Habana de controlar las fuerzas armadas venezolanas, de perseguir a los militares patriotas y dirigir las torturas contra los disidentes.
Aunque lo ve muy difícil, consideró que “hay que aproximarse de manera geopolítica a Cuba, con las decisiones correctas” para que deje de ser uno de los principales soportes del régimen de Maduro.
“Distinto es el caso de Rusia, de China, o incluso de Turquía. Son aproximaciones distintas y hay que trabajar cada caso por separado, aunque con el mismo objetivo. Hay cosas que es mejor no comunicar para no entorpecer procesos”, apuntó.
Acerca de las demandas de Maduro para que la comunidad internacional levante las sanciones impuestas a su régimen dijo que primero deben seguirse mecanismos que pasan por un árbitro independiente, reconocimiento de la junta directiva de la Asamblea Nacional, eliminar la falsa Asamblea Constituyente, construir un gobierno de emergencia nacional que dé garantías a todos los sectores, incluyéndolo a figuras del régimen. “Ahí hay un plan muy específico de trabajo que ha venido respaldando la comunidad internacional”.
A Guaidó le han allanado la casa y las oficinas siete veces, 16 personas de su equipo más cercano están presas y 14 en el exilio. “Detenerme o asesinarme seguramente se ha pasado por la cabeza de la dictadura y ante eso mi única protección ha sido, hasta ahora, el apoyo popular, del parlamento nacional y de la comunidad internacional”.
Venezuela fue colonia alemana
De no haber terminado esa parte de la historia en forma trágica, quizá Venezuela hubiera sido colonizada por Alemania.
Por un problema de deudas, durante 18 años, entre 1528 y 1546, el rey Carlos I de España y emperador de Alemania, bajo el título de Carlos V, entregó a una familia de banqueros y comerciantes alemanes la llamada provincia de Venezuela, un territorio de 900 kilómetros cuadrados que se extendía desde la actual frontera con Colombia, al oeste, hasta la actual ciudad de Barcelona, capital del estado de Anzoátegui, al este.
La familia en cuestión, los poderosos Welser de Augsburgo, le habían prestado el equivalente actual a $25 millones al rey Carlos. En vez de dinero, Bartolomé Welser y su familia recibieron una porción de tierra en el Nuevo Mundo, que podrían explotar para su propio beneficio.
El territorio pasó a llamarse Klein-Venedig, pequeña Venecia en alemán. Aunque también se la conoció como Welserland (país Welser) y Welser-Kolonie (colonia Welser), era de especial interés para esa familia de comerciantes y financistas, ya que en esa época muchos estaban convencidos de que allí se encontraba la mítica ciudad de El Dorado, hecha de oro.
Los alemanes fundaron dos ciudades y construyeron tres fortalezas, desde las cuales se organizarían las expediciones a la selva para buscar oro, usando a indígenas como mano de obra forzada y 4,000 esclavos traídos África.
Unos 400 mineros alemanes acompañaron las operaciones. Todos bajo la administración del explorador alemán Ambrose von Alfinger, quien antes había representado los intereses de los Wesler en lo que actualmente es República Dominicana y Haití. El conquistador alemán no encontró El Dorado y tampoco logró hallar las riquezas que anhelaban los Welser. Pero fundó Maracaibo en 1529.
Finalmente, el rey Carlos ante los infructuosos resultados y cansado de tener una colonia extranjera en su propio territorio, dio por cancelado el contrato en 1546 y puso fin a la principal experiencia colonizadora alemana en América.