El escritor portugués José Saramago una vez manifestó, “la vida está llena de pequeños acontecimientos que parecen tener poca importancia, otros hay que en un momento determinado ocuparon la atención toda y, cuando más tarde, a la luz de las consecuencias los analizamos, se ve que de éstos se desvaneció el recuerdo mientras que aquellos alcanzaron título de hecho decisivo o, al menos, de eslabón de enlace de una cadena sucesiva y significativa de eventos.
Somos almas pasajeras, vivimos en un mundo que no nos pertenece, sino que los dueños son las generaciones futuras, en ese caminar viajamos por el mundo, otros sin viajar a través de los libros, del conocimiento y hoy en un mundo conectado por las redes sociales, podemos conocer fácilmente otras latitudes, otras culturas, comprender mejor esta tierra que tenemos prestada.
Hasta el año 2015, era poco de lo que conocía de Portugal, quienes han visitado las tierras lusas, quedan sorprendidos y encantados por el paisajismo, de sus Ciudades, su gastronomía, su historia y la hospitalidad de su gente. Hoy quiero hacerles un recorrido por dos ciudades importantes de Portugal: Lisboa y Porto. Iniciar el recorrido por la Ciudad de Lisboa no puede ser mejor empezar desde la Estatua del Marques de Pombal, un estadista portugués, que reconstruyó la Ciudad, después del gran terremoto de 1755. Atravesando la Avenida de la Libertad, podrás apreciar su amplitud, sus kioscos para un descanso y tomar un café pingado con un pastel de bacalao, te llevara a llegar a la Plaza de los Restauradores, donde se le rinde homenaje a todos trabajadores que reconstruyeron la Ciudad.
Pero es través del Tranvía, o como lo llaman los liboetas, el subir al eléctrico, donde podrás apreciar de manera rápida los sitios históricos más importantes de la Ciudad de las Siete Colinas (São Jorge, São Vicente, São Roque, Santo André, Santa Catarina, Chagas y Sant´Ana). En estos días de junio para los portugueses son días de fiestas y conmemoraciones importantes en el calendario de su nacionalidad.
Empezando el día 10 de junio cuando se conmemora el Dia de Portugal, en honor al poeta y escritor Portugués Luis Camões, quien fallece en esta fecha en el año 1580. Camões es para los portugueses, lo que representa Shakespeare para los ingleses o Cervantes para los españoles. Las Lusiadas que significa los descendientes de Luso, es un relato épico que narra los hechos heroicos y los grandes hechos del pueblo portugués en sus navegaciones y guerra.
El 12 de junio en la noche en las vísperas de la fiesta de San Antonio, los lisboetas salen a las calles a disfrutar de la fiesta de su Santo Patrono, en las calles se siente la alegría, en un ambiente de hermandad lugares y visitantes salen a disfrutar de un desfile que llama las “Marchas Populares” donde cada Freguesia (Corregimiento), organiza su conjunto de bailarines y músicos para dar lo mejor de si en un desfile que empieza desde el Monumento al Marques de Pombal, recorriendo toda la Avenida de la Libertad.
San Antonio o Santo Antonio, nació en Lisboa, en el Barrio de Alfama, un lugar mágico, con unas vistas sobre el Rio Tejo (Rió Tajo), el cual es el rio más largo de la Península Ibérica, como todos sabemos San Antonio de Padua, como también se le conoce, fue un sacerdote de la Orden Franciscana, y es conocido como Doctor de la Iglesia. Cerca de donde nació San Antonio, se encuentra la Catedral de Lisboa, conocida como la Sé de Lisboa, es la iglesia más antigua de la ciudad construir en 1147, durante reinado de Afonso Henriques, primer Rey de Portugal.
Lisboa es una ciudad mágica; pero esa magia tiene sus encantos que se transpiran en las artes, en la escritura en la poesía, uno no puede irse de Lisboa, sino se toma una foto en la estatua de Fernando Pessoa, frente al Café la Brasileira, ubicado en el Barrio de Chiado. Pessoa es un poeta que nació también el 13 de junio, pero del año de 1888. Lisboa es una ciudad que inspira a soñar, quedas deslumbrado como en su época quedó Miguel de Cervantes Saavedra, quien vivió dos años en ella, y llego a expresar la siguiente frase “Para galán Milán, para amores Lusitania.”
La estadía en Lisboa no puede culminar si no pruebas los Pasteles de Belem, donde se puede probar el pastel de nata con un buen café, Belem es un barrio donde además los aficionados del fútbol saben de Panamá porque allí jugaron Gabriel Gómez y José Garcés, en el equipo de futbol de los Belenenses, ahí muy cerca se encuentra también el Convento de los Jerónimos, el Monumento a los Descubrimientos, erigido para conmemorar los 500 años de la muerte de Infante Enrique el Navegante, pero además este Monumento rinde honores a los principales navegantes como Vasco Da Gama, Luís Vaz de Camões,Pero de Alenquer, Pedro Alvares Cabral (descubridor del Brasil), Pêro de Alenquer, San Francisco Javier, entre otros.
Más adelante en dirección al barrio de Alges, se encuentra la Torre de Belem, una construcción militar para proteger la Ciudad de ataques, pero también era el punto de partida para el zarpe de los descubridores portugueses, además fue utilizada como prisión y como sitio para la recaudación de impuestos, este sitio es un lugar perfecto para ver el atardecer y sentir el aroma del Rio Tejo.
Para terminar el día en Lisboa, no hay nada mejor que comer un bacalao, existen diversas formas, pero el que yo recomiendo es el bacalao al horno al estilo lagareiro, con una buena copa de vino de la Región de Alentejo.
Si Lisboa, es fascinante Oporto te enamora, sobre la ribera del Duero, su gran festejo es la Fiesta de San Juan, sus calles también son mágicas, uno de los sitios que más impresiona es ver los Mosaicos de la Estación de São Bento (San Benito), en cada pared puedes apreciar la historia de Portugal.
La Librería Lello, ubicada sobre la Rua de los Carmelitas, es considerada una de las Librerías más hermosas del Mundo, pero además existía la creencia que esta inspiró a la J.K. Rowling, para su saga de Harry Potter, de tal manera que la entrada para apreciar su arquitectura hace que tengas que pagar la suma de cinco euros que son descontados si compras algún libro. Lo cierto es que hay ciertos elementos en Harry Potter como por ejemplo el personaje de Salazar Slytherin, la autora lo tomó de Antonio De Oliveira Salazar, dictador que gobernó desde 1932 hasta 1968.
Otro elemento es la praxe académica, la cual surgió en Coimbra, es un ritual donde los estudiantes visten de negro, pantalón negro, corbata negra, una camisa blanca, y una capa, según la tradición es algo que los alumnos que entran a la Universidad deben realizar para ser considerados miembros de la tradición académica. Es muy común encontrarte en las calles tanto de Lisboa como en Oporto, grupos estudiantiles con esta vestimenta y entonando canciones populares, a los cuales llama las Tunas, los cuales son un atractivo por las costumbres, sus canciones y bailes.
Además, otro sitio que inspiró a la autora de Harry Potter, fue el Café Majestic, es una Cafetería que por su diseño y luminosidad dan un aspecto dorado, que denota esplendor, elegancia, sentarse en sus mesas, te hace imaginar una tarde rodeado de poetas, escritores, en tertulias para discutir sobre el mundo. Pero estando en el Majestic, se puede probar un plato típico de Oporto, la francesinha, es un emparedado, relleno de varias carnes, cubierto de con queso y una salsa especial (molho), el cual lo puedes acompañar con una cerveza (Sagres o Super Buck).
Ahora bien para los amantes del vino, sin duda alguna no puedes irte de Oporto, sino visitas una de las cavas del vino de Oporto, para lo cual es importante cruzar el río Duero e ir a Vila Nova de Gaia, donde puedes visitar una de las famosas cavas, conocer su historia y degustar un buen vino de Oporto.
Hay muchas cosas más que contar sobre Portugal, lo cual queda para otra ocasión, y como bien manifestó el gran escritor José Saramago “El viaje no termina jamás. Sólo los viajeros terminan. Y también ellos pueden subsistir en memoria, en recuerdo, en narración… El objetivo de un viaje es sólo el inicio de otro viaje”.
El autor es abogado.
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