Luego de la interrupción hace una semana del tránsito del transporte de carga en Centroamérica, que ha dejado millones en pérdidas, la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), informó que los países centroamericanos con el apoyo de las instituciones regionales, trabajan en la elaboración de un protocolo de bioseguridad aplicable al sector que permita mantener ante la pandemia del Covid-19, la fluidez del comercio y el abastecimiento de los países.
Para ello, SIECA, informó que este viernes 22 de mayo, el comité redactor del protocolo de bioseguridad aplicable al sector del transporte centroamericano, se reunión para continuar con su elaboración.
Precisó que este “protocolo de bioseguridad de transporte de carga se presentará en una reunión intersectorial entre el Consejo de Ministros de Integración Económica, (COMIECO) y el Consejo de Ministro de Salud de Centroamérica (COMISCA), este lunes 25 de mayo para su discusión y aprobación”.
Esto, -precisa la nota- con “el objetivo de solventar el problema de transporte de carga en la región”, interrumpido hace una semana luego de las medidas sanitarias aplicadas por Costa Rica para evitar el contagio en su territorio del nuevo coronavirus. Esto ha provocado que cientos de vehículos hayan quedados varados en las fronteras norte y su de esa nación centroamericana.
Este miércoles 20 de mayo, a través de un comunicado el Ministerio de Comercio e industrias de Panamá informó que había llegado a un acuerdo binacional con Costa Rica, que permitiría a transportistas panameños, carga y descargar sus mercancías en recintos fiscales costarricenses previamente designados por las autoridades de ese país, en un periodo de 72 horas.
No obstante, el dirigente del Sindicado de Transporte de Carga de Chiriquí, Fernando Ríos, precisó que ese acuerdo no se concretó, debido a que los estipulado en el documento no convenía a los intereses del sector transportistas del país.
Indicó, por ejemplo, que los almacenes fiscales que iban a recibir la mercancía de los transportistas no tenían la capacidad ni el personal necesario para clasificar toda la carga que recibirían, porque no solo tendrían a su haber la de los transportistas panameños, sino la de los otros países de Centroamérica.
