Con una inversión de más de 6 mil millones de dólares, siendo el segundo proyecto de infraestructura más importante del país detrás del Canal y su ampliación y el más grande de inversión extranjera en la historia de Panamá, inició hoy operaciones Cobre Panamá, ubicado en Donoso, provincia de Colón.
El presidente de la República, Juan Carlos Varela, participó en la primera molienda de mineral del proyecto y resaltó que hoy se inicia una nueva era económica del país y se diversifican los pilares de crecimiento económico y desarrollo social. Y es que dicho proyecto asegurará por varias décadas un 3% del crecimiento anual de nuestra economía.
Varela, quien habló ante cientos de trabajadores, autoridades locales y acompañado por Philip Pascall, co-fundador y CEO de First Quantum Minerals Ltd, sostuvo que Cobre Panamá es una historia de éxito para Panamá, con la que se demuestra una vez más de lo que somos capaces cuando trabajamos con un objetivo común, con una visión clara y poniendo al ser humano en el centro de nuestras decisiones.
El proyecto Cobre Panamá, en el que participan inversionistas extranjeros de países como Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur, Australia, y de Europa y Asia, demostró que se puede hacer minería a gran escala, convirtiéndose en el modelo a seguir en la implementación de los más altos estándares ambientales y sociales para esa industria en Panamá y para la región.
A su vez, Pascall, CEO de First Quantum Minerals, resaltó en su discurso que Panamá es el mejor país donde han invertido y operado, se refirió a las regulaciones del Gobierno para la industria minera y celebró la estrecha colaboración con el Gobierno de Panamá, agradeciendo a sus autoridades por la confianza y destacando la responsabilidad y transparencia en el manejo de la relación con la empresa y sus trabajadores.
Respaldo
Se trata de un proyecto en el que el mandatario panameño estuvo involucrado desde el inicio, pues desde hace 10 años ha estado impulsándolo para que se hiciera realidad. En julio de 2014 transmitió a Pascall su inquietud de que la adquisición del proyecto generase incertidumbre a Panamá.
“Mi intuición de hombre de campo me llevó a preguntar a Philip al respecto de frente, con una pregunta directa y sencilla: ¿Vienes a exportar cobre o a invertir? La respuesta de Philip fue decidida, asegurándome que, si contaban con el apoyo del gobierno, en mi periodo estaríamos viendo el proyecto terminado. Además, se comprometió a construirlo y a operarlo mejor que ninguna otra empresa pudiera construirlo”, refirió.
Siendo Canciller de la República, en enero de 2010, sostuvo una reunión con el Canciller de Corea del Sur en Tokio en donde este me manifestó el interés en que empresas estatales de su país invirtiesen en proyectos de explotación de recursos minerales en Panamá, un tema que implicaría cambios significativos en la legislación panameña.
Dado el interés expresado por el diplomático surcoreano, invitó a Panamá al entonces presidente de Corea, Lee Myung-bak para que él personalmente presentara el caso ante las autoridades panameñas.
“El presidente Lee visitó Panamá el 30 de junio de 2010, los cambios legislativos se hicieron y las empresas coreanas Korea Resources Corporation y LS-Nikko Copper tomaron la decisión de invertir mil millones de dólares en el proyecto de minera Panamá. En un viaje posterior a Singapur octubre de ese mismo año, logramos que la empresa Temasek Sinagapur invirtiera 500 millones de dólares”, relató.
“Hoy la vida me ha dado la oportunidad y la dicha de ver el fruto de miles de hombres y mujeres que han trabajado arduamente porque este día sea una realidad”, señaló Varela y resaltó que el reto y compromiso ahora es cuidar y manejar este poderoso proyecto con prudencia, cumpliendo con las normas ambientales, con la calidad de supervisión, las garantías legales y administrativas que permitan que el mismo desarrolle todo su potencial, para no poner en riesgo su salud e integridad.
Asimismo, felicitó y agradeció a los más de 10,000 panameños que han trabajado arduamente en este gran proyecto y a los trabajadores de los más de 40 países que han contribuido con su experiencia y conocimiento para hacer posible el día de hoy.
«Todos, panameños y trabajadores visitantes, trabajaron bajo las leyes de Panamá, con gran armonía y con excelente disposición y voluntad de cumplir uno a uno los hitos y pilares de este complejo proyecto. Esto demuestra una vez más la vocación de Panamá como país de unión, de encuentro y de paz», señaló para finalizar.