A pesar de los esfuerzos realizados en colaboración con las administraciones de otras instituciones educativas, observamos diariamente un número preocupante de abandono escolar en los colegios del distrito de San Miguelito.
Luis Carlos Samudio G. Abogado, docente y mediador
Resulta sumamente alarmante para nuestra sociedad y las autoridades educativas, que exista la percepción de un posible aumento de armas en las escuelas primarias y secundarias, en comparación con períodos anteriores. A ello, agregamos que no se aprecia por parte de las instituciones involucradas en esta situación, llámense Ministerio de Educación y Policía Nacional, para citar algunas, la urgencia de ofrecer programas de sensibilización dentro de los planteles educativos.
Aunque se están llevando a cabo programas en las instituciones educativas, particularmente en el distrito de San Miguelito, debido al abandono escolar, resulta imprescindible poner más énfasis en la seguridad a nivel nacional, mediante los programas que algunas entidades gubernamentales tienen para minimizar y reducir estos flagelos que cada día se están intensificando.
De acuerdo con datos estadísticos del último trimestre de 2022, en la ciudad de Colón, se requirió la asignación de custodia policial en 10 instituciones educativas, debido a incidentes sucedidos en el colegio Rufo Garay. A lo largo del año electoral 2023, se han hallado 13 armas de fuego en distintas instituciones educativas del país, tales como en el sector Oeste, Panamá Centro, San Miguelito y Colón.
Nos cuestionamos con sinceridad, si cada día existen más familias que practican el delito como modo de vida o modus vivendi, a las que no les importa llevarse a sus hijos con ellos. ¿Quiénes son los progenitores que, por el gusto de ostentación, preferirían ver a sus hijos en un cementerio o en prisión? O quizás el alumno ya forma parte de una pandilla debido a su condición financiera.
Me recuerda una entrevista a Maruja Gorday de Villalobos, la regente de Educación, a través de medios locales, en la que expresó que se vieron obligados a reubicar a los alumnos de Panamá, en Panamá Oeste, debido a amenazas reportadas a las autoridades. Estas amenazas se originan tanto de otros alumnos como de su ambiente de vida, lo que obliga a los jóvenes a trasladarse. También un número importante de alumnos se sienten inseguros en el colegio y optan por permanecer en casa, situación que no les permite seguir adelante, pues abandonan la institución educativa.
«No queremos que un asesinato parecido al ocurrido en un bunker de la provincia de Colón vuelva a suceder en ningún lugar del país»
¿Cómo pueden las bandas delictivas haber traspasado el límite? ¿Qué están haciendo los padres para proteger a sus hijos? No realizan una supervisión cotidiana, no inspeccionan la bolsa escolar, así como los teléfonos móviles, que creo que es una bomba atómica que está devastando a los niños y jóvenes, en particular. En cuanto a los programas de televisión violentos que emiten en momentos inapropiados, es necesario que el Estado censure algunas ediciones de televisión y los padres de familia estén más atentos a sus hijos.
Sabemos que hay algunas instituciones que vienen trabajando con las autoridades escolares y colegios, implementando estrategias de prevención en los centros educativos, pero todavía falta algo para evitar que nuestros estudiantes no se involucren con la delincuencia estudiantil, la cual es controlada por los propios narcotraficantes.
A pesar de los esfuerzos realizados en colaboración con las administraciones de otras instituciones educativas, observamos diariamente un número preocupante de abandono escolar en los colegios del distrito de San Miguelito. Conversamos tanto con profesores como con alumnos acerca de los riesgos presentes en las calles e insistimos en que no deben ser manipulados por individuos que les brindan una vida mejor, porque, de aceptarlo, muchos terminan en un cementerio o en una celda fría. La delincuencia no paga.
No queremos que un asesinato parecido al ocurrido en un bunker de la provincia de Colón vuelva a suceder en ningún lugar del país, como el de los asiáticos en la provincia de Panamá Oeste, o como el del estudiante que, al concluir su jornada escolar en el Rufo Garay, fue víctima de múltiples disparos.
Por esta razón, es necesario impulsar los cursos o seminarios sobre mediación escolar y resolución de conflictos como estrategia de prevención y apoyo a la comunidad educativa. Este es un proceso a largo plazo, pero efectivo que asegura el bienestar de los alumnos, ya sea en el colegio o en el hogar. Solo se requiere la disposición de los representantes del Ministerio de Educación para adoptar este enfoque como un asunto que fomenta la disciplina positiva, resolver los problemas y reducir la violencia escolar. Juntos trabajemos a favor de paz.