La naturaleza en retroceso

Destino Panamá / Imagen generada por IA

Un nuevo informe del Banco Mundial titulado «Las fronteras de la naturaleza: logrando la sostenibilidad, la eficiencia y la prosperidad con el capital natural» revela que existen importantes brechas de eficiencia en el uso de la tierra y otros recursos naturales en casi todos los países del mundo. El informe utiliza innovadora ciencia y modelado para estimar estas brechas de eficiencia y recomienda formas en que los países pueden utilizar mejor sus recursos naturales para lograr objetivos económicos y ambientales.

El estudio llega en un momento crítico, ya que casi todas las formas de capital natural – como el aire limpio, el agua limpia, los bosques densos y los océanos saludables – han estado disminuyendo en las últimas décadas debido a la rápida expansión de la actividad económica y humana. «Las crecientes presiones sobre los recursos naturales sugieren que esta tendencia a la baja puede proyectar una larga sombra sobre el futuro», dijo el economista principal del Banco Mundial, Richard Damania.

El informe destaca que cerrar las brechas de eficiencia identificadas podría ayudar a abordar urgentemente muchos de los desafíos económicos y ambientales que enfrenta el mundo actualmente, incluida la productividad económica, la salud pública, la seguridad alimentaria y del agua, y el cambio climático.

Uno de los hallazgos clave es que una mejor asignación y gestión de la tierra, el agua y otros insumos podría aumentar los ingresos anuales de la agricultura, la ganadería y la silvicultura en aproximadamente 329 mil millones de dólares, sin pérdida de bosques o hábitats naturales. El informe señala que este aumento en la producción de alimentos sería suficiente para alimentar al mundo hasta 2050. «Abordar los desafíos actuales y futuros de seguridad alimentaria sin agotar los bosques sería un cambio de juego para el planeta», dijo Mary Ruckelshaus de la Universidad de Stanford, una de las autoras principales.

Otra conclusión importante es que se podrían lograr reducciones significativas en la contaminación del aire y la mortalidad resultante de una manera mucho más rentable. El informe estima que los 63 países examinados gastaron colectivamente 220 mil millones de dólares, o el 0.6 por ciento de su PIB, en controles de contaminación del aire cada año. Si bien estos gastos evitaron 1.9 millones de muertes prematuras por año, el estudio sugiere que la misma reducción en la mortalidad se podría haber logrado por solo 75 mil millones si se hubieran implementado políticas más eficientes.

«Las políticas existentes para la contaminación del aire podrían lograrse con un ahorro de costos del 60 por ciento», dijo Markus Amann del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados, que dirigió el análisis de la calidad del aire.

Si bien los países más ricos tienden a ser más eficientes en la reducción de la contaminación del aire, el informe encuentra ejemplos de buenos y malos resultados en todos los grupos de ingresos. «El nivel de ingresos por sí solo no garantiza la eficiencia», señaló Amann.

Los autores enfatizan que abordar estas ineficiencias mediante reformas políticas es una de las formas más rentables de lograr los objetivos de sostenibilidad, dadas las necesidades contrapuestas y los presupuestos ajustados de los países. Pero también advierten que tales reformas serán exigentes, dado los intereses creados y las fuerzas políticas que se oponen al cambio.

«Aunque el enfoque que describimos en este informe requerirá reformas políticas exigentes, los costos de la inacción serán mucho más altos», dijo el economista principal Giovanni Ruta. Con las reformas adecuadas, los gobiernos pueden ayudar a garantizar que las personas y los ecosistemas no se vuelvan más vulnerables a las consecuencias del cambio planetario».

El nuevo informe representa uno de los primeros intentos de utilizar métodos científicos de vanguardia y grandes conjuntos de datos globales para derivar fronteras de eficiencia de recursos y evaluar brechas de eficiencia para tantos países. Si bien existen limitaciones en los datos y la ciencia, el Banco Mundial planea continuar invirtiendo en mejorar estos análisis para obtener diagnósticos más precisos que puedan orientar mejor las políticas.

Comparte esta Noticia
Escribir Comentario