Con 56 votos, y Harding, con 59, lograron reelegirse como presidente y vicepresidente, respectivamente, de la Asamblea Nacional de Diputados, al instalarse este viernes el primer período de su cuarta legislatura.

Sin embargo, en la votación para la segunda vicepresidencia, afloraron los sentimientos. Rony Araúz, diputado de Cambio Democrático (CD), fue postulado por el panameñista Luis Ernesto Carles, una posición duramente criticada por varios de los 15 diputados que fueron expulsados del CD, que preside Rómulo Roux.

Los quince «rebeldes», hace un año, votaron por Adames para la presidencia de la Asamblea, una acción que les costó un proceso disciplinario que derivó en sus expulsiones.

Sin embargo, en una especie de alianza, diputados del partido Panameñista y de Cambio Democrático (no disidentes) postularon a Ana Giselle Rosas y Rony Araúz para las vicepresidencias. Esto fue duramente cuestionado por la veterana diputada Mayín Correa, entre otros.

«Jamás votaría por un panameñista, por la persecución y dejar perder más de 1,000 millones de dólares. Es lo más absurdo que habría podido pasar en la política de este país», apuntó Correa.

Por su parte, la diputada Dalia Bernal, otra de las expulsadas del CD, dijo que jamás habría imaginado que Cambio Democrático «haría alianza con los diputados panameñistas, que persiguieron a Ricardo Martinelli, actual presidente del partido Realizando Metas. «Es triste que quienes más recibieron apoyo de su parte, hoy lo traicionen», señaló Bernal.

Las escaramuzas en el hemiciclo parlamentario también tuvieron como protagonista en estas votaciones al diputado colonense del PRD, Jairo Salazar, quien tiene serias diferencias con su copartidaria Harding, voto por ella, «para no darle el voto a la alianza de CD y los panameñistas».