A un año de haberse instalado una nueva mesa de diálogo para determinar el rumbo de la Caja de Seguro Social (CSS), el panorama es para muchos incierto, lejos de buscar una metodología efectiva para crear un plan ante la crónica crisis, el cometido no se ha cumplido.
Eso es lo que piensan algunos expertos referente a este diálogo que fue instaurado oficialmente el 18 de enero del año pasado. Escenarios complicados con el que enfrentan el Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), o el Subsistema Exclusivamente de Beneficio Definido (SEBD), son temas que preocupan a diversos sectores de la sociedad que ven cómo se hunde el sistema de seguro público del país.
Daniel Lombana representante de la Sociedad Civil en la mesa del diálogo por la CSS manifestó que el hoy e mayor problema en este conversatorio es la falta de una postura oficial del gobierno.
«La falta de postura de este gobierno es un problema clave para la efectividad del diálogo, pues esto conlleva a que no exista una hoja de ruta a seguir en el tema y corresponde entonces a los miembros de la mesa tratar de establecer un rumbo, entre todas las distintas posturas que podía haber», expuso Lombana.
El abogado recordó que durante la campaña electoral del año 2019, todos los candidatos a la presidencia de la República estaban al tanto de la crisis de la CSS. Agregó que con la pandemia se ha agudizado la situación de la entidad pero resaltó que esta crisis ya venía de años atrás.

El diálogo es un fracaso
Hay otros pensares que van incluso más allá de lo que para muchos ha sido la lentitud y poca efectividad de este coloquio. Para el profesor Benedicto Agrazal, presidente de la Fundación El Árbol del Libro, el diálogo ha sido un fracaso.
«El diálogo de la CSS ha sido un fracaso, y lo subrayó, invitar a la OIT a esta altura, para que haga una evaluación actuarial, me parece que pusimos los bueyes primero que la carreta, porque el diálogo debió darse en base a un estudio actuarial confiable, y además es el reconocimiento de que los panameños no tenemos la capacidad de realizar un estudio actuarial, para buscar una solución entre los panameños», ha dicho Agrazal.
El experto en temas de la CSS subrayó que un diálogo significa una conversación, para que del debate surjan conceptos elevados, pero cuando hay posiciones encontradas, el facilitador debe tener formación en Seguridad Social, para acercar posiciones antagónicas. «Pero cuando las decisiones se toman contando los votos, sin que se haya un proceso de conciliación, el resultado será los intereses que estén representados en la mesa, que no necesariamente han de coincidir con los intereses de los asegurados», dijo.
En cuanto a los avances que se han dado en este escenario, Agrazal sostiene que en lo que se haya podido adelantar «entre comillas», no tienen sentido, cuando se pretende dejarle el problema a la próxima administración, un nuevo liderazgo, que podría echar a la borda todo lo consensuado.
«Creo que es necesario, rescatar la credibilidad de la CSS y en ese sentido, la administración actual debe enviar mensajes de que esto será así, pero si continuamos con los actos que están revestidos de falta de transparencia, cualquiera solución a que se llegue, habrá un manto de dudas», manifestó Agrazal.
El profesor puntualizó resaltando que «Si hay que discutir el tema del Seguro Social, hagámoslo entre panameños que no estén contaminados de los problemas de la CSS, pero si ahí, están los dirigentes de la CSS y miembros de la Junta Directiva, y además no hay facilitadores idóneos, esto se convierte en un sesgo, que difícilmente nos llevará a mejores resultados. Necesitamos rescatar la credibilidad, que los panameños estemos confiados de que los aportes que hagamos, se han de traducir en mejores servicios de la CSS y esto requiere de una reingenieria, que se puede comenzar de inmediato».

El problema IVM
Una de las situaciones más complicadas que enfrenta el universo de la crisis de la CSS, es el tan mencionado problema del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) y para el sociólogo y estudio Enoch Adames, este tema no se ha tratado como debería en el diálogo por el rescate de esta institución.
«Creo que el diálogo orientado está entre otros temas, pero en lo fundamental a resolver la potencial insolvencia de IVM llegó a un punto muerto. El diálogo tuvo en contra, la poca disposición del gobierno de buscar una solución cuando el tiempo administrativo lo permitía. Y ahora con un tiempo político encima, difícilmente va a entrar en ese «laberinto», expresó Adames.
Cuatro razones: poca efectividad
Para Adames hay cuatro razones que han limitado la efectividad del diálogo por la CSS.
Primero, la composición de la mesa y la imposición de un cuestionado facilitador produjo un fuerte rechazo por el sector de los trabajadores, que terminó con el retiro de este sector de la mesa.
Segundo, para Adames, el gobierno no puso en la mesa un proyecto de reforma que orientara la discusión; y las propuestas de los trabajadores (CONATO), del Foro Alternativo y de la Universidad no fueron ni siquiera admitidas para su debate.
Otras de las razones que para el sociólogo ha dado cabida a un lento proceso en el diálogo, «son las cifras o los valores numéricos actuariales, bases de una discusión informada, o eran incompletos o deficientes».
Y por último Adames piensa que «ha quedado, claro con las declaraciones de un asesor presidencial ( el Sr. Mezquita) que este gobierno a estas alturas y de cara a las próximas elecciones, no se iba a comprometer en ninguna solución por el costo político que ello significa».