Si bien, todo indica que la economía panameña tendrá un mejor desempeño para 2021 (con una proyección de crecimiento de aproximadamente 8%), también es cierto que la situación laboral se mantiene estática y hay una desaceleración del empleo asalariado.

Para el consultor laboral René Quevedo, actualmente “estamos ante un colapso del empleo formal”.

“El año pasado, con la irrupción de la Covid-19, el sector privado perdió 327 mil empleos asalariados (37% de sus empleos formales). Esta caída es la principal responsable de la reducción del 40% en los ingresos de la Caja de Seguro Social (CSS) en 2020 y la contracción de $600 millones mensuales de consumo en la economía”, dijo.

Mientras que el empleo formal se desacelera, ha crecido la informalidad y las contrataciones desde el Estado. “Actualmente 2 de cada 3 trabajadores son informales y funcionarios”, señala Quevedo.

¿Pero de qué manera afecta a la economía que haya más informales y funcionarios en el mercado laboral, si a fin de cuenta también están generando ingresos? La ecuación es simple: “cada dólar ($1) de un salario privado aporta $0.23 a las finanzas del Estado, vía Impuesto Sobre la Renta; cotizaciones a la CSS y seguro educativo. El funcionario también hace un aporte similar, pero siendo el Estado el empleador, equivale a sacarse de un bolsillo para metérselo en el otro, mientras que el informal aporta poco al funcionamiento del Estado, ya que solo 15% de ellos cotiza a la CSS”, reveló el consultor laboral.

Empleo incluyente

El economista Olmedo Estrada, asegura que este año los indicadores serán diferentes por el simple hecho de tener una economía abierta, sin embargo, «hay que buscar mecanismo que permitan que el desempeño económico comience a mejorar», dijo.

“Todavía no vemos un esfuerzos por parte de las instituciones gubernamentales de buscar inversiones que garanticen dinero fresco para el sistema. El país no tiene los recursos económicos para una reactivación, ya estamos en el sexto mes del año y todavía no vemos esa dinámica de inyección económica, de atraer la inversión extranjera que requerimos para poder impulsar una economía que cayó tan profundo en 2020”.

Desde el sector privado, advierten de la necesidad de mantener empresas sostenibles para tener empleos dignos.

“El gobierno tiene que ser facilitador y no un gobierno que enrede, que complique la inversión. Necesitamos atraer inversión extranjera para la generación de nuevos empleos. Pero también es necesario que se respete la empresa privada y la seguridad jurídica”, expresó el presidente de la Asociación Panameña de Aseguradores (Apadea), Arturo Sáenz Illueca.

El empresario destacó que el reto es generar empleos para evitar conflictividad social. “Sin empleo vamos a tener un tema social importante en el país por lo que gobierno y las empresas privadas tenemos que trabajar juntos en ese objetivo”.

Para Quevedo, el  desafío no es solo generar empleos, sino crear empleos incluyentes.

“Será difícil rescatar las finanzas de la CSS si no generamos empleo formal, y será imposible reducir la desigualdad social en el país si solo generamos empleo informal”.

El consultor distingue que en los próximos cinco años, la población económicamente activa crecerá en unas 376 mil personas, por lo que es necesario trazar una estrategia para recuperar los empleos perdidos en 2020 y generar plazas para al menos 36% de la nueva fuerza laboral.

De acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral el desempleo arropa al 20% de los trabajadores, mostrando un leve aumento respecto al 18.5% de desempleados que había en septiembre de 2020.

Para Quevedo, bajar la tasa de desempleo a 15% al 2025, será necesario crear 55 mil nuevos empleos anuales en los próximos cinco años (10 mil más que el promedio entre 2014 y 2019), mientras que llegar al 10% de desempleo requerirá generar 77 mil empleos al año (32 mil por encima del promedio anual).

Empleo en cifras

70% de los empleos en Panamá son presenciales, por lo tanto son muy susceptibles a medidas como cuarentenas y toque de queda.

A la fecha 160 mil contratos se han reactivados, de este total 16 mil personas han sido despedidas.