Con una larga y exitosa trayectoria, el analista internacional Carlos Salazar nos ofrece un panorama de los últimos acontecimientos que mantienen convulsionada a una América Latina, golpeada ya por la crisis de la pandemia que castiga a países como Brasil, Colombia, Costa Rica o Argentina.
La lucha contra la desigualdad y la poca transparencia, así como el rejuego político en diversos países de nuestra región generan alarma y preocupación en la comunidad internacional.
1. ¿Cómo se puede leer a Nayib Bukele después de las actuaciones de la Asamblea recién instalada?
En mi opinión es un señor muy peligroso para la incipiente y precaria democracia de ese país. Es una película repetida muchas veces y los resultados siempre han sido catastróficos. Cualquier apología a sus arbitrariedades sería una necedad.
2. ¿Es una amenaza para la región? Ya vimos que hoy citó a los embajadores para reclamar por lo que informaron a sus países.
Afortunadamente, los Estados democráticos no aprueban los hechos suscitados, los cuales, aunque sean legales, carecen de legitimidad. Pronto podría quedar aislado por sus propios actos.
3. En el caso de Colombia. ¿Hay hartazgo del gobierno de Iván Duque? Si ya retiraron la reforma tributaria, ¿por qué siguen las protestas?
Intentaron una reforma tributaria que afectaría directamente a la clase media y trabajadora, esperaban obtener unos seis mil millones de dólares, de los cuales el 70% se utilizarían en compra de 24 aviones de combate ¿preparando una guerra? No tiene sentido.
La población cansada por la agobiante situación económica, empeorada por la pandemia, no se lo aguantó y sabemos como comenzó, pero no como va a terminar. Ahora las diferentes fuerzas y grupos de presión presentan y exigen otros cambios. El presidente Duque ha quedado mal parado.
Si a eso le sumamos los evidentes abusos policiales, la bomba estallará con más fuerza.
Hay quienes dicen que los grupos subersivos están financiado por la izquierda latinoamericana. Y siempre dirán cosas como esa al ver que han fracasado en responder con eficacia a las necesidades y aspiraciones sus pueblos. Es un discurso desfasado de lado y lado. Las realidades no tienen bandos ideológicos, son solo eso realidades. Siempre habrá gente protestando por las más diversas razones y de acuerdo a su propia realidad.
4. Ahora veamos lo que sucedió en Madrid, dónde la derecha volvió al poder. ¿Es el fracaso de Iglesias o de Pedro Sánchez?
Cuando los discursos se basan en extremismos, al llegar al poder, esos políticos se encuentran con la realidad y se dan cuenta que no pueden cumplir sus exageradas promesas. En España el péndulo se mueve de extremos a extremos, ojalá los populares puedan contribuir a normalizar el escenario y no veamos al otro gran extremo, llamado VOX, irrumpiendo en la escena, eso sería catastrófico. Están a tiempo de normalizar las cosas en medio de lo anormal de la pandemia.
5. ¿La pandemia también hizo que se debilitaran?
Que se debilitaran y desesperaran, precisamente se requiere de verdaderos estadistas que puedan afrontar crisis y situaciones extremas como la pandemia, no hay lugar para populismos ni demagogia, los pueblos son exigentes y poco a poco se van empoderando y perdiendo el respeto a los improvisados que acceden al poder sin estar preparados.
6. ¿Es lo mismo que sucedió en países como Ecuador y en el Perú ?
Si vemos uno a uno, en casi todo el continente, incluyendo a los Estados Unidos con los cuatro años de Trump y el riesgo que significó para la institucionalidad y como puede ver, no es un asunto de izquierdas ni derechas, es de respeto a la institucionalidad.
Rota la institucionalidad, la economía se destruye.
7. ¿Está moviéndose el péndulo en la región?
El péndulo se seguirá moviendo mientras se encaramen los extremistas y populistas de bando y bando, mire Venezuela, Brasil, Chile, Bolivia, Ecuador, Perú, Argentina y casi todos como le decía.
8. ¿Y en el caso de Nethanyahu, que por segunda ocasión no logró formar gobierno, a pesar del éxito en su programa de vacunación contra la COVID19?
Esa es la ventaja que tiene el sistema político israelí, el mixto, aquel que tiene presidente como jefe de Estado y Primer Ministro, como jefe de gobierno, el pueblo hace que funcione la democracia y no entregan cheques en blanco a los políticos, ya se reacomodarán las fuerzas y formarán gobierno, aunque vuelvan a tener elecciones.
En los sistemas políticos mixtos como Israel, Francia, Italia, Finlandia y otros nadie tiene poder ilimitado y funcionan los balances y contrapesos. Esa es una lección que debemos aprender en Panamá con el presidencialismo exagerado y la tendencia a debilitar la institucionalidad.
9. ¿Es lo que se debería incluir en una eventual Asamblea Constituyente?
Esa es mi primera y principal propuesta, aunque no la única, por supuesto.
10. Ahora que volvimos al plano nacional, han pasado casi 2 años de gobierno. ¿Cómo evalúa el manejo de la política exterior, tomando en cuenta la salida del exministro Ferrer?
Desafortunadamente no podría ser objetivo al responder esta pregunta, dado que es conocida mi posición como internacionalista, sobre la profesionalización del Servicio Exterior y la aprobación de la ley de idoneidad que presenté vía iniciativa ciudadana en 2006 y que sigue engavetado el anteproyecto de ley en la comisión de trabajo.
Considero que especialistas en la materia de Relaciones Internacionales (y los hay en gran cantidad y calidad), deben estar al frente de la Cancillería y de las misiones tradicionales y no tradicionales, lastimosamente, no tener una identidad propia ni definida en la política exterior, pareciera ser la política exterior panameña.
11. ¿Sigue Panamá viéndose como ejemplo de desarollo en la región o eso ha cambiado?
Está cambiando y se podría poner peor si permitimos la satanización de actividades económicas vitales y aprobando leyes absurdas como la del salario mínimo portuario. Tenemos un gran futuro por delante y no debemos permitir que se manden esas señales negativas sobre Panamá.