Dosel de mangles a través de los que se cuelan los rayos del sol. Catia Rojas
En este ecosistema se erigen afloramientos rocosos que construyen un armónico ambiente, ofreciendo una belleza natural. Catia Rojas
Los atardeceres con una pleamar, permiten disfrutar la abundancia que nos ofrece la naturaleza. Se respira paz y tranquilidad. Catia Rojas
En su interior, las mareas con el paso del tiempo han dejado la construcción de avenidas de arena desde donde un caminante puede entrar al corazón de este manglar. Catia Rojas
Las avenidas de arena, inundadas por el mar que da vida a este ecosistema. Catia Rojas
Vista del tramo marino del Corredor Sur, desde la frontera del manglar. Catia Rojas
Otra vista del tramo marino del Corredor Sur, desde la frontera del manglar. Carlos Camarena
La arquitectura de la naturaleza. Carlos Camarena
La poderosa fuerza de la naturaleza se impone a la intervención humana que dejó restos de caliche cuando se construyó Bellavista. Catia Rojas
Un retoño de mangle blanco, crece dentro de un afloramiento rocoso. Catia Rojas
La suave caricia de la pleamar en su entrada al manglar. Catia Rojas
El descanso de una garza blanca en un tramo de construcción del Corredor Sur. Carlos Camarena
Los manglares “bonsai” adornan la costa de Coco del Mar. Catia Rojas
Las cortinas de flores del mangle blanco. Carlos Camarena
Este manglar es un sistema sano, y resiliente. Carlos Camarena
Vista panorámica del manglar. En el horizonte la bahía y Costa del Este. Catia Rojas
Vista del manglar desde la playita que colinda con el tramo marino. Catia Rojas
Vista desde el manglar a uno de los «cajones» del Corredor Sur, por donde ingresa el mar para bañar al manglar. Los manglares son también conocidos como bosques de agua. Nodier Madrid
Mangles blancos crecen en medio del verdor de la sedimentación. Nodier Madrid
El mangle rojo se caracteriza por tener sus raíces aéreas en forma redonda. Nodier Madrid
El cangrejo ermitaño es uno de los crustáceos cuyo hábitat es el manglar. Nodier Madrid