Lecciones del sistema de innovación estadounidense para los países de ingreso mediano

El desarrollo y la retención de talento es otro factor crítico que ha impulsado el éxito de Estados Unidos en innovación.


El modelo de innovación de Estados Unidos ha sido admirado por su capacidad para producir tecnologías disruptivas y transformar industrias a lo largo del tiempo. Para los países de ingreso mediano, que aspiran a alcanzar niveles de desarrollo más altos, este modelo ofrece lecciones valiosas. A través de una combinación de inversión en investigación, desarrollo de talento y políticas que fomentan la difusión de la innovación, Estados Unidos ha consolidado su liderazgo en el campo de la tecnología y las patentes.

Innovación a gran escala: la nueva realidad empresarial

Tradicionalmente, el sistema de innovación estadounidense ha sido asociado con el concepto de «destrucción creativa», donde pequeños inventores y emprendedores impulsaban el progreso tecnológico desde sus garajes. Sin embargo, en la actualidad, este modelo está siendo reemplazado por el predominio de grandes corporaciones. Las empresas establecidas, con mayores recursos y acceso a talento especializado, han tomado el liderazgo en la creación de nuevas tecnologías y en el registro de patentes. De hecho, en Estados Unidos, la mayoría de las patentes registradas provienen de grandes empresas, lo que refleja la creciente complejidad de las tecnologías modernas.

Para los países de ingreso mediano, esta evolución sugiere que deben enfocarse en crear ecosistemas empresariales que no solo apoyen a emprendedores individuales, sino que también fomenten el crecimiento de empresas capaces de hacer grandes inversiones en investigación y desarrollo. Si bien el predominio de grandes corporaciones puede crear barreras para la competencia, también puede acelerar la innovación a través de mayores recursos y una mejor adopción de nuevas tecnologías.

Talento: clave para la innovación


El desarrollo y la retención de talento es otro factor crítico que ha impulsado el éxito de Estados Unidos en innovación. Durante décadas, el país ha reducido las barreras de discriminación racial y de género, ampliando las oportunidades educativas y laborales para más sectores de la población. En los países de ingreso mediano, uno de los principales desafíos es ampliar el acceso a la educación secundaria y fomentar las habilidades necesarias en un mundo cada vez más digitalizado.

Además, estos países deben enfrentar la «fuga de cerebros», un fenómeno en el que los trabajadores más calificados emigran a economías más desarrolladas en busca de mejores oportunidades. Aunque esto puede parecer un desafío, también presenta una oportunidad: la diáspora puede ser un recurso valioso si se mantiene conectada y participa en el desarrollo del país de origen.

Difusión de la innovación: un reto pendiente


Otro de los pilares del éxito de Estados Unidos ha sido la creación de un mercado para la difusión de innovaciones. El mercado secundario, en el cual se comercializan patentes y licencias, ha permitido una rápida difusión de tecnologías. Entre 1870 y 1910, este mercado permitió que inventores y empresas trabajaran juntos, lo que aceleró el progreso tecnológico.

En contraste, los países de ingreso mediano todavía enfrentan dificultades para desarrollar mercados secundarios similares. Menos del 10% de las empresas en países como Egipto, India o Túnez utilizan tecnología licenciada. Esto demuestra que, sin un entorno adecuado que promueva la competencia y proteja la propiedad intelectual, es difícil que la innovación se difunda rápidamente.


Aunque los países de ingreso mediano enfrentan desafíos únicos, como el envejecimiento de la población y el cambio climático, pueden aprender mucho del sistema de innovación de Estados Unidos. Al fomentar grandes empresas capaces de invertir en investigación, desarrollar el talento de toda su población y crear mercados para la difusión de tecnologías, estos países pueden avanzar hacia un modelo más inclusivo y dinámico. La clave está en adaptar estas enseñanzas a las realidades locales, para que la innovación no solo prospere, sino que se traduzca en beneficios tangibles para la sociedad.

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